Detenido en Logroño un italiano acusado de la muerte de un vecino de Outes

j. M. Sande OUTES / LA VOZ

GALICIA

El cadáver apareció enterrado en cemento en la huerta de una casa de la víctima

26 jun 2011 . Actualizado a las 10:25 h.

El ciudadano de origen italiano M. ?S., de 30 años de edad, fue detenido, pasadas las diez de la noche del viernes, en la estación de autobuses de Logroño acusado por su presunta implicación en el homicidio de un vecino de Outes, Ramón Rúa Míguez, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado, esa misma noche, sepultado bajo cemento en la huerta de una de sus dos viviendas, situadas en el casco urbano de la localidad.

Un reguero de sangre que cubría los cien metros de distancia que separan ambos inmuebles fue el desencadenante de la investigación iniciada, la mañana del viernes, por la Guardia Civil de Noia, Outes y A Coruña. Se da la circunstancia de que el supuesto agresor y su víctima residían juntos en una de las casas, mientras que a la provista de huerta acudían solo para dar de comer a los animales.

Todos los indicios apuntan a que el crimen tuvo lugar la noche de San Juan en el domicilio que ambos hombres compartían y que, una vez cometido, el presunto homicida trasladó el cadáver a la otra casa, cavando una fosa que posteriormente cubrió con cemento y unas tablas de madera.

Diversas fuentes afirman que el imputado fue visto, entre las tres y las cinco de la madrugada, yendo de una casa a la otra, sudoroso e inusualmente desaliñado. Sin embargo, nadie le vio cargar con ningún bulto. Además del charco de sangre en la acera, se encontraron restos sanguíneos en las escaleras de la vivienda en que vivían y en la columna de un edificio situado entre ambos inmuebles.

Móvil y cartera

Las pesquisas sobre el origen de la sangre llevaron a la Guardia Civil a la vivienda de Ramón Rúa. En la casa no encontraron ningún elemento clarificador, pero sí levantó sus sospechas el hecho de que estuvieran tanto la cartera como el móvil de la víctima.

Con Ramón Rúa en paradero desconocido, la atención se centró en el hombre que vivía con él. Sin embargo, el italiano ya había puesto tierra de por medio. Por la mañana había cogido un autobús con destino a Santiago. Llevaba una maleta y un vendaje en una mano. Durante el trayecto, M.? S. se interesó por las combinaciones para viajar en autobús hasta Barcelona, preguntas que fueron respondidas por los viajeros.

Mientras el italiano se alejaba de Outes, la Guardia Civil continuaba su búsqueda y esta se centró en la huerta. Con ayuda de una pica se perforó el cemento, todavía fresco, y lo primero que vieron los agentes fue una rodilla.

El cuerpo sin vida de Ramón Rúa Míguez, de 68 años de edad, separado y padre de tres hijos, fue trasladado de madrugada al instituto anatómico forense para practicarle la autopsia.

Lo que todavía no se ha determinado es el arma homicida, pero las primeras hipótesis apuntan a que pudo tratarse de un arma blanca.

En cuanto al cemento utilizado para sepultarlo, diversas fuentes indicaron que, desde hacía unos días, en la casa se escuchaba ruido, como si estuviesen haciendo obras.