Agria disputa de Feijoo y Vázquez por la financiación de la sanidad

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

PP y PSOE exploran sin éxito un pacto para blindar el sistema público

16 jun 2011 . Actualizado a las 09:57 h.

El debate que se abrió en canal en todo España tras las elecciones del 22-M sobre la viabilidad del sistema de salud entró ayer para quedarse en el Parlamento gallego, donde Núñez Feijoo y Pachi Vázquez protagonizaron una agria disputa por el futuro de la sanidad que, de momento, condujo a un callejón sin salida. El presidente de la Xunta se erigió en garante de la sanidad pública y el líder del PSdeG previno contra la «campaña de derribo» del actual modelo que, en su opinión, emprendió el PP. Ambos aderezaron el rifirrafe con cifras y visiones contrapuestas, a la vez que exploraron sin éxito la posibilidad de alcanzar un gran acuedo político para blindar la principal prestación que tiene asumida la Xunta.

Este debate irrumpió en la Cámara el día después de que la conselleira de Sanidade, Pilar Farjas, informara de las ocho patologías que priorizará el Sergas desde el punto de vista de la atención y el gasto. La comparecencia de Farjas fue evocada por Vázquez para remarcar que «o que non dixo» es que todo aquello que no entre en este esquema «deixa de ser prioridade», denunció, en lo que considera forma parte de la «campaña de derribo» iniciada por el PP en toda España «para desmantelar o sistema público».

El dirigente socialista sacó a relucir cifras muy diferentes a las de Farjas. Puntualizó que la deuda sanitaria gallega se incrementó en un 164% con el actual Ejecutivo y que el plazo de pago a proveedores se disparó «dos 56 aos 272 días» de media. Y a todo ello añadió que Galicia «encabezou no 2010 o incremento do gasto farmacéutico per cápita» en España.

Sin deuda en los cajones

Feijoo pintó la situación de otro color. Negó que la Xunta tenga «débedas nos caixóns» y puso de relieve que si su partido reconoce que el sistema de saluda acumula una deuda de 15.000 millones en toda España es porque tiene el ánimo de reconocerla y pagarla, de lo contrario «serán outros os que desmantelarán», remachó en alusión al PSOE. Dicho esto, se puso a sí mismo como garante del actual sistema: «Namentras sexa presidente está garantida a sanidade pública en Galicia; se o fora vostede de seguro que o desmantelaría», le espetó a Vázquez.

El choque entre los dos extremos del hemiciclo fue ilustrado con reproches cruzados a la gestión del PSOE y el PP, así como con la exposición de cifras que no cuadraban. Pero al final se desvió hacia un amago de pacto político. El líder del PSdeG lo sacó a colación para advertir que «non é posible desmantelar», pero dando esto por hecho estaba dispuesto a llegar a un acuerdo por una sanidad «universal e gratuíta». Feijoo recogió el guante y valoró que si ambos partidos fueron capaces de pactar la reforma de la CRTVG y la ley de disciplina presupuestaria, también podrían hacer «un esforzo» conjunto por la sanidad.

De momento no fraguó, pero Feijoo sí anunció que convocaría al consello médico para establecer medidas que contribuyan a blindar el servicio.