De Polonia a Lugo para rapar ovejas

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

GALICIA

La cuadrilla de esquiladores, en una explotación de Santa María do Monte, en Triacastela.
La cuadrilla de esquiladores, en una explotación de Santa María do Monte, en Triacastela. roi fernández< / span>

Las cuadrillas tardan poco más de un minuto en esquilar cada ejemplar

18 may 2019 . Actualizado a las 18:08 h.

Las dos cuadrillas de Marcos Estanislao Wcisko, un polaco con más de 20 años ejerciendo de esquilador entre mediados de marzo y finales de mayo, y que el resto del año es transportista en su país, son de las cada vez más numerosas formaciones de rapadores de ovejas que compiten en Galicia para cortarle la lana a las 185.000 que conforman el censo. Marcos y Francisco, un carnicero que vive cerca de Cracovia, contratados por la asociación de criadores Ovica -que en Galicia facilita la rapa de 30.000 ejemplares cada temporada-, tardan poco más de un minuto en dejar listo cada ejemplar. El tiempo depende de la envergadura del animal y de su edad.

Las ovejas más viejas tienen la piel menos tersa y las máquinas eléctricas que manejan se atascan y se desplazan más lentas, asegura Marcos Wcsisko. Habla y entiende perfectamente no solo el castellano, sino también el gallego, salvo cuando se le pregunta sobre las ganancias de los dos meses y medio de trabajo.

En poco más de hora y media los esquiladores polacos dejaron ayer listas las 88 ovejas de raza gallega de una explotación de la parroquia de Santa María do Monte, en Triacastela. Utilizan el método australiano, que aprendió Marcos hace años en ese país y que implica que no es necesario atar a los ejemplares. El rapador los mantiene en el suelo bajo la presión de una de sus manos y los mueve a su antojo, mientras con la otra maneja la máquina.

Para Marcos y Francisco, la colaboración de Huberto, que está aprendiendo el oficio y que de momento se dedica a capturar las reses en las cuadras para que los profesionales no tengan que bajar el ritmo, forma parte de un servicio que está incluido en el precio. Ovica cobra a sus socios por animal esquilado y existen diferentes tarifas según los ejemplares. Estos los va contando un dispositivo que llevan incorporadas las máquinas que manejan los polacos y que contrastan al final con el titular de la explotación. Esta cuadrilla cobra entre 3 euros por oveja en los rebaños de menos de 50, y 1,50 euros para los de más de cien.

Los esquiladores, que alquilan un piso en Sarria durante una temporada en la que para ellos son laborables todos los días salvo los domingos, aborrecen ir a las explotaciones pequeñas porque el tiempo de montaje de todo el dispositivo -que transportan en una furgoneta con matrícula de Polonia- es mayor que el que les lleva la rapa en sí. Y eso no suma y las ovejas sí.