El proyecto se acometió para evitar cualquier percance cuando la línea se ponga en marcha, pues la mina mantiene su ritmo habitual de explotación.
29 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Las obras complementarias para salvaguardar el trazado de alta velocidad de las voladuras en la mina de cuarzo de Serrabal están prácticamente terminadas. Las vías que atraviesan parte de la concesión que administra Juan Miguel Villar Mir están protegidas, a lo largo de algo más de dos kilómetros, por una bóveda de hormigón de 8,3 metros de radio. Este proyecto se acometió para evitar cualquier percance cuando la línea se ponga en marcha, pues la mina mantiene su ritmo habitual de explotación y para extraer cuarzo es necesario a menudo recurrir a explosiones controladas. Esta era una de las razones que alegaba la empresa concesionaria para reclamar un cambio de trazado en el contencioso con Fomento para evitar las expropiaciones.
El falso túnel o pérgola, que precisó de un presupuesto extraordinario de 27,7 millones de euros, se construyó mediante una sucesión de pórticos prefabricados de hormigón armado dispuestos cada seis metros. Sobre ellos se apoyan nueve placas curvas que cubren aproximadamente las dos terceras partes de la sección. Por tanto, la bóveda no se cierra totalmente.
El presidente del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), Antonio González, visitó ayer las obras en este tramo del eje de alta velocidad Ourense-Santiago, uno de los más complejos -incluye el ya terminado viaducto del Ulla- y el que más se retrasó en su ejecución por culpa del conflicto por la mina de Serrabal. Según informa el ADIF en un comunicado, en la actualidad el tramo Silleda (Dornelas)-Vedra-Boqueixón (13,2 kilómetros) se encuentra en la fase del montaje de las vías y la electrificación.
Licitación de 2.332 millones
Por otra parte, el consejo de administración del ADIF tiene previsto aprobar hoy la licitación de los 2.332 millones correspondientes a la parte del AVE gallego que se ejecutará por el método público-privado.