Arropado por militantes, candidatos a las municipales y toda la plana mayor del Gobierno de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo celebró ayer el segundo aniversario de la llegada del PPdeG al Ejecutivo, el 18 de abril del 2009. Y lo hizo con un balance en el que salieron a la luz pocos defectos y muchas virtudes.
Dos años que sitúan a la comunidad gallega por delante de España, al haber aplicado desde el principio de la legislatura la austeridad, el rigor, la planificación, la responsabilidad, las ideas y la representatividad. ¿Y cómo estaría España con ese rigor, austeridad y buena gestión? «Estaría gobernada polo PP e por un presidente de nome Rajoy», apuntó Feijoo.
Por el contrario, sigue con un Gobierno central «en funcións», y con un presidente -en alusión a Rodríguez Zapatero-, que se ha caracterizado por la desigualdad de trato con la comunidad gallega, y que desde que el PPdeG llegó a la Xunta no visitó Galicia, «pero virá agora a pedir o voto, subestimando a intelixencia dos galegos, que lle darán o mesmo que recibiron del: nada», arremetió.
Inconformismo y AVE
Rodeado por todos los conselleiros, la presidenta del Parlamento, Pilar Rojo, y ex presidentes y ex ministros, Fernández Albor en el primer caso, con quien Feijoo se fundió en un abrazo, y Ana Pastor y Romay Beccaría en el segundo, el presidente de la Xunta llamó a todos los populares a no conformarse con hacerlo mejor que PSOE y BNG, «o bipartito e o Goberno de España conformaríanse coa conta de resultados que hoxe pode presentar a Xunta, pero eu non, porque quero o máximo e o mellor posible para España e para Galicia», avanzó Feijoo.
El popular hizo hincapié en las desigualdades de los últimos siete años hasta que por la perseverancia de los gallegos -Feijoo no hizo ninguna mención al ministro de Fomento-, «se acadou que o AVE galego non pasara de largo do Consello de Ministros», asegurando que desde hace dos años «Galicia forma parte da solución dos problemas de España».