Feijoo refuerza a su policía interna

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Le da plenos poderes a la conselleira de Facenda para vetar alquileres, compras o los grandes contratos de la Xunta

10 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El Gobierno de Feijoo puede clasificarse en tres grandes bloques. Están los políticos de mayor peso (Alfonso Rueda y Agustín Hernández), un pelotón intermedio donde abunda el carné del partido y perfiles de corte más técnico (Rosa Quintana, Samuel Juárez o Pilar Farjas) y, finalmente, los conselleiros independientes: Roberto Varela (Cultura) y Marta Fernández Currás (Facenda). Esta última es sin duda la más ajena a la cultura del PP, pero también la elegida por el presidente para actuar como una policía interna encargada de velar por la estabilidad presupuestaria, y autorizar o vetar alquileres o grandes contratos de sus compañeros de Gabinete.

Marta Fernández Currás fue en su momento el fichaje más llamativo de Feijoo. No en vano es la única conselleira que colaboró con el Gobierno bipartito de Touriño, con el que fue interventora general durante dos años. El esforzado papel desempeñado en la fusión de las cajas la blindó internamente, hasta el punto de que no cesa de incrementar sus poderes en la Xunta cada vez que una norma de su departamento tiene la oportunidad de visitar las páginas del Diario Oficial de Galicia.

La escalada interna de Currás comenzó recién llegada al Gobierno, cuando promovió la nueva Lei de Réxime Financeiro e Orzamentario de Galicia, que agrupó en los Presupostos de la Xunta todo el gasto descontrolado que se hacía a través de la Administración paralela, los llamados chiringuitos.

Unido todo el presupuesto autonómico con aquella ley tramitada de urgencia en el 2009, Currás volvió a visitar el DOG en el 2010 para asumir por ley la posibilidad de tumbar planes, convenios o contratos de cualquier consellería que pudieran poner en riesgo el objetivo de estabilidad presupuestaria.

El último peldaño lo subió este jueves, con la aprobación del nuevo proyecto de Lei do Patrimonio, que le reserva a la responsable de Facenda la capacidad de vetar un alquiler que supere los 40.000 euros al año o la compra de cualquier local que supere los 3 millones de euros.

Fernández Currás se ha convertido de este modo en la piedra angular del Ejecutivo de Feijoo, al dotarse en los últimos meses de una transversalidad que rivaliza con la que tiene el propio Rueda (Presidencia). Es, además, la encargada de velar por la marca que el líder del PPdeG intenta exhibir ante el resto de España, la de la solvencia y la estabilidad, si bien tiene como mayor hándicap que sigue siendo incapaz de apagar los incendios de la Función Pública asociados a los escándalos a las oposiciones. Porque también este polvorín es de Facenda.