La dirección gallega se felicita de que Caballero fichara para su candidatura a la portavoz socialista del Senado
29 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.La dirección del PSOE gallego le dio ayer su bendición a la operación diseñada por el alcalde de Vigo, Abel Caballero, para saltarse la doctrina del partido contra la acumulación de cargos y poder colocar en su candidatura a la portavoz de los socialistas en el Senado, Carmela Silva.
El mandatario vigués logró de este modo saltarse toda la disciplina interna en la confección de su candidatura, que ni fue sometida al control orgánico del PSOE en los plazos previstos, ni fue votada por la asamblea local como determinan los estatutos, ni tampoco cumple con la máxima de «un home, unha muller, un cargo», aplicada sin titubeos a ocho diputados autonómicos e incluso al que era portavoz en O Hórreo, Fernández Leiceaga, que fue destituido de su responsabilidad para ir en la lista de Santiago.
Pero el Senado no es lo mismo que el Parlamento gallego, ni Vigo es Santiago. Eso es lo que ayer dio a entender el secretario de Organización del PSOE gallego, Pablo García, que justificó la presencia de Silva en la lista de los socialistas vigueses al remarcar que no incumple en ningún momento las reglas sobre incompatibilidades.
«Estupenda noticia»
Es más, Pablo García, que es compañero de Silva en la Cámara alta, manifestó que la incorporación de esta última a la lista de Caballero «é unha estupenda noticia para Vigo e unha mala noticia para o Senado», pues aludió a una declaración de la portavoz en la que esta se comprometía, tras las generales del 2012, a dejar el escaño en Madrid para dedicarse solo a la concejalía que ocupe.
Carmela Silva se convierte en la primera dirigente socialista que logrará acumular dos cargos institucionales (senadora y concejala) después de que en el 2009 Pachi Vázquez se propusiera ponerle fin a las compatibilidades. En una situación similar están los diputados en Cortes Javier Losada, Carmen Marón, Domingo Tabuyo y Luis Piña, que son también concejales o alcaldes, aunque su acumulación venía ya de atrás.