Feijoo busca culpables en Madrid y la oposición no logra presentar una alternativa
16 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Zapatero estuvo ayer en Santiago. Porque ese fue el cuerpo a cuerpo, el contrincante que buscó Alberto Núñez Feijoo durante buena parte de su intervención en el debate sobre la autonomía, obviando que, en el hemiciclo gallego, sus rivales son otros. Y es que uno de los argumentos que ayer defendió Feijoo fue: «Galicia tiene problemas, pero la culpa es del Gobierno central». En esa lista de agravios no se olvidó de la caja, ni del catálogo de genéricos recurrido por Sanidad, ni del recorte de 800 millones en la financiación que llega de Madrid, ni de las dudas sobre el AVE. Un discurso manido que amenaza con quedarse largo tiempo.
Y lo que es lo mismo: muy poca cosa nueva por parte del presidente de la Xunta en la que debería ser una de las grandes citas parlamentarias del curso político, lo que contrasta con lo ocurrido hace un año, cuando una lluvia de planes marcaron su discurso. Las novedades anunciadas por Feijoo se circunscribieron a una ley de disciplina presupuestaria y a la creación de una comisión para hacer una nueva Lei do Solo. Medidas cuya puesta en marcha no requiere esfuerzo económico. Por contra, pasó de puntillas por las infraestructuras, por el Gaiás o incluso por la demografía, cuando la creación de una comisión sobre el envejecimiento poblacional fue uno de los grandes acuerdos del año pasado.
Evidentemente, Zapatero no pudo defenderse de los ataques, pero Feijoo encontró ayer en Carlos Aymerich a su principal contrincante. El portavoz del BNG, implacable y sin hacer concesiones, ametralló a Feijoo con un discurso bien armado, en el que desmenuzó punto por punto, tema por tema, la acción del Gobierno. Paro, sanidad, emigración, demografía, pymes, investigación, urbanismo, transfuguismo, lengua..., todo ello cargado de datos precisos, fueron las armas con las que Aymerich trató de acorralar a Feijoo. En el debe del portavoz nacionalista habría que anotar ayer la ausencia de propuestas alternativas.
Tampoco el secretario general de los socialistas, Pachi Vázquez, fue capaz de presentar alternativas concretas a los problemas de Galicia. En un discurso mucho menos preciso que el de Aymerich, Vázquez llenó los primeros veinte minutos de frases efectistas («Vostede confunde a falla de competencias con incompetencia») e incluso símiles futbolísticos («En dous anos pasou de competir pola liga a pensar en eludir o descenso») hasta que logró encarrilar su discurso para hacer un balance negativo de la gestión del PP. «Galicia está claramente peor que hai dous anos».
El calor llegó al hemiciclo de la mano del portavoz popular, Ruiz Rivas, que dejó estupefacto al hemiciclo con el cambio de ritmo que supuso su furibundo ataque a la oposición: «A Barcón xa lle reñiron os galegos nas urnas»; «Caride é responsable de como se malgastaron eses 2.000 millóns de euros»; y «señora presidenta, se Lobeira non lle fai caso á autoridade policial no llo vai facer a vostede»... fueron algunas de sus perlas.
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