Los vecinos de Ribadulla celebran con cohetes la victoria judicial ante el Obispado

EFE

GALICIA

Esta mañana se ha conocido la sentencia que da la razón a los parroquianos en su discusión por la propiedad de unos terrenos situados frente a la iglesia.

15 mar 2011 . Actualizado a las 21:55 h.

Los vecinos de Ribadulla, en el municipio coruñés de Santiso, han invertido 500 euros en la adquisición de bombas de palenque para celebrar de esta forma lo que interpretan como una victoria judicial ante al Obispado de Lugo en una disputa civil por la titularidad de unos terrenos.

Así lo ha expresado a EFE uno de los portavoces vecinales, Luis García Campos, una vez conocida la sentencia dictada en primera instancia por el juzgado de Arzúa (A Coruña), en la que absuelve a los 53 vecinos de esta localidad a los que había demandado el Obispado por haber participado en su día en la compra de unos terrenos que la Iglesia defendía como suyos.

El obispado también interesaba la nulidad de aquellos actos que los demandados ejercieron sobre la finca en litigio, entre los que figuraba una escritura de compraventa a la asociación de vecinos.

Tras la celebración de un juicio y las pruebas practicadas, el juzgado sentenciador observa que «no concurren» los presupuestos para proceder a las estimaciones de las pretensiones ejercidas por la parte demandante y sí asume «en su integridad» las alegaciones y argumentos vertidos por los demandados.

En la misma resolución, el juzgado entiende que los vecinos han ejercido durante más de 30 años un acto de posesión «pública, pacífica e ininterrumpida», sin que el Obispado hubiera impedido dicho uso para campo de la fiesta o zona de actividad deportiva.

Ahora, los vecinos han acogido con algarabía la resolución y han admitido que aunque contaban con un pronunciamiento favorable no estaban seguros del pronunciamiento final «por tratarse de la iglesia».

El ruido de las percusiones de palenque hizo que en el campo de la discordia se concentraran la práctica totalidad de los vecinos, quienes han decidido reunirse «pronto» en una comida «con algo de música» para dar continuidad a las celebraciones.

Aunque contra esta sentencia cabe recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de A Coruña, García Campos ha observado que esa situación no les importa. «Que apelen lo que quieran, pero si tuvieran un poco de sentido común, pienso que no deberían hacerlo», razonó.

El problema entre vecinos y clero se remonta a hace unos dos años, cuando los parroquianos y el Obispado comenzaron a discutir la propiedad de unos terrenos situados frente a la iglesia y la ahora abandonada casa rectoral.

La Iglesia consideraba que los 2.400 metros cuadrados objeto de litigio le pertenecen, en tanto que los vecinos los entendían como suyos y testimoniaron que en ese espacio llevaban más de 40 años organizando las fiestas parroquiales y otros eventos sociales.

Se trata de un terreno localizado en la parte alta de Ribadulla, luego de que esta parroquia fuera inundada parcialmente en 1968 por la construcción del embalse de Portodemouros.

Tras un acto previo de conciliación que había concluido sin avenencia, el pasado 24 de febrero se llegó a la vista oral donde, una vez más, quedó constancia de las discrepancias que existían entre Iglesia y parroquianos.