Pere Macias reconoce que siempre utiliza el AVE para viajar entre Barcelona y Madrid. «Sí, soy usuario. Lo utilizo siempre y me parece muy cómodo, pero eso es a nivel personal. El discurso político va por otro lado».
-¿Y qué le diría a los gallegos que piensan que deberían tener el mismo derecho que usted a viajar en AVE?
-Que Cataluña no puede aspirar a tener el marisco gallego ni Galicia el cava catalán. Buscar la igualdad total es una estupidez. Si queremos jugar a las comparaciones hay que recordar que, en cuestión de autovías, Galicia tiene tres accesos gratuitos y Cataluña tiene que pagar por casi todas las vías de alta capacidad. Pero las cosas se hicieron así.
-¿No entiende que el AVE es una promesa incumplida que surgió a raíz del «Prestige» y que se ha internalizado como un compromiso pendiente?
-Lo entiendo. Pero estoy en una situación en la que puedo decir con libertad las cosas que otros no quieren decir. Todos los españoles somos víctimas del mito del AVE y quizás para Galicia sea mejor tener tres vuelos directos a Nueva York que tres AVE a Madrid.
-¿Y no cree que lo rentable es acabar una línea a la que solo le quedan 80 kilómetros por licitar?
-Hay que calcularlo. Se pueden utilizar trenes híbridos o diseñarlo para velocidades inferiores. No tiene por qué ser todo igual. Pero de ese contrato de 6.000 millones sería bueno que se reservara algo de dinero para que Galicia tenga una caja propia. Con solo un poco igual se solucionaba el problema.