El PSOE vigués se divide por el retraso de la lista del alcalde

Carlos Punzón
carlos punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

La pelea por lograr puestos se traslada a su gobierno y a la ejecutiva local

12 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El retraso en la confección de la candidatura del PSOE de Vigo para las elecciones municipales está generando la tensión en dicha formación que el candidato socialista, Abel Caballero, quería evitar precisamente en su grupo municipal a causa de los numerosos descartes que llevará a cabo en su equipo de gobierno. Pese a haber superado ya todos los plazos marcados por la dirección provincial y la ejecutiva federal para que las asambleas locales votasen las listas para los comicios de mayo, Caballero acaba de decidir un nuevo aplazamiento, y esta vez sin siquiera someter la decisión a su ejecutiva.

De la última fecha aprobada por la dirección del PSOE vigués, el próximo día 16, el aspirante a la reelección pasó a adelantarla esta misma semana en 24 horas y ahora aplazarla hasta el día 23. Fuentes de la ejecutiva socialista viguesa apuntan a que este nuevo retraso estaría provocado por las dificultades que aseguran está teniendo Caballero para cerrar su lista sin provocar enfrentamientos internos. Las mismas fuentes constatan, sin embargo, que dicha disputa es ya un hecho y que cada vez es más notable la división interna en la ejecutiva, circunstancia que en los últimos días se habría trasladado incluso al Ayuntamiento con un visible distanciamiento entre el grupo municipal socialista y el gabinete de la alcaldía.

Varios grupos

En medios del partido socialista vigués se da por hecho que aunque el regidor piensa en que su número dos sea la portavoz del PSOE en el Senado, Carmela Silva, esta pueda rechazar la oferta o verse obligado a ello desde Madrid para no dar la sensación de desbandada en la Cámara alta, de donde ya causará baja la actual secretaria del grupo parlamentario, Ruth Porta, que irá como segunda en la lista para la capital de España. La opción de recambio sería la ex ministra de Pesca Elena Espinosa, que según algunos cargos del partido habría descartado ya esa opción, mientras que otros mantienen que es ella quien se ha ofrecido a Caballero desde el primer momento.

Pero al margen de esas dos posibilidades, el enfrentamiento interno surge al intuir varios ediles que se pueden quedar fuera de la nueva lista. Ese sería el caso de la responsable de Vías y Obras, Isaura Abelairas, que cuenta con un grupo de apoyo para su continuidad, y la del concejal de Distritos, Ángel Rivas, y la secretaria general local de Xuventudes Socialistas.

La presión de este grupo ha propiciado que otro reúna fuerzas en torno a militantes relacionados con la ex presidenta del Parlamento, Dolores Villarino, para contar con representante propio, mientras que un tercero, el de mayor capacidad movilizadora y de influencia sobre el alcalde, está montado alrededor de la propia Carmela Silva. Este último grupo, sobre el que recaerá una parte vital de la gestión de la campaña electoral, tiene, además, un peso creciente en el gabinete de la alcaldía, relegando a los integrantes del grupo municipal, incluido su portavoz y miembro de la ejecutiva nacional, Carlos López Font, que no ocuparía un lugar cabecero en la lista.

Reacciones críticas

Mientras desde la ejecutiva local socialista se quita hierro a los enfrentamientos y se justifica el nuevo aplazamiento de la asamblea para no hacerla coincidir con el debate del estado de la autonomía, al que tiene previsto asistir Caballero, los grupos críticos del partido recalcan que la actuación del alcalde vuelve a evidenciar «una absoluta falta de respeto por las normas internas». «Esto es el culmen de ocho años de excepción en el PSOE de Vigo, donde se ha pasado del todo vale contra Príncipe al todo vale», señala el ex alcalde vigués. Carlos Príncipe no duda en explicar dicha vulneración de plazos y enfrentamientos internos «por la agonía del zapaterismo y los tics autoritarios y leninistas de viejos comunistas [en alusión a Caballero], que el electorado corregirá para que podamos restaurar un socialismo democrático».

Parecidas tesis defiende el portavoz del otro grupo alternativo, Gonzalo Caballero, que acusa al alcalde y presidente del partido en Vigo de «máximo sectarismo», después de desatender hasta dos peticiones de reunión hechas por él y vulnerar los plazos y normas internas.