El corte de la A-52 lleva al centro de A Cañiza a 31.000 conductores

Laura Míguez Rúa
l. míguez VIGO / LA VOZ

GALICIA

El cierre del túnel por unas obras de mejora causa retrasos de 20 minutos

22 feb 2011 . Actualizado a las 15:28 h.

Carretera de circulación rápida. Esa definición de autovía parece que se quedará anticuada en la A-52, la vía de unión de Vigo con Ourense y su enlace con Madrid por la que cada día circulan 31.000 vehículos. Por si no fueran pocos los límites de velocidad y las curvas de la A-55 a su paso por O Porriño, desde ayer hay que añadir el cierre de los túneles de Folgoso, en el municipio pontevedrés de A Cañiza.

Las obras para adaptar sus medidas de seguridad a la normativa europea obligan a los usuarios a desviarse durante 23 kilómetros de carretera convencional hasta el 30 de junio. Como poco. El tramo afectado discurre entre los puntos kilométricos 269 y 285.

La traducción de todo esto es que los conductores vuelven a revivir la pesadilla de circular por una vía nacional con un solo carril de circulación en cada sentido, con límites de 80 o de menos, con cruces y con tránsito por un casco urbano a partir de la salida que anuncia el municipio de Covelo. Con este panorama se entiende que los retrasos en el trayecto puedan variar en función de la buena suerte del que lleva el volante.

Si la fortuna le sonríe serán veinte minutos, que se pueden multiplicar en función de los vehículos pesados o el tráfico urbano en el centro de A Cañiza. Una vez superados todos estos obstáculos, el conductor podrá enlazar de nuevo con la A-52 en poco tiempo, una vez superado el cuartel de la Guardia Civil del municipio.

Semana Santa y verano

La situación solo tendrá dos paréntesis, por las vacaciones de Semana Santa y con la llegada del verano, aunque las obras todavía no se darán por terminadas en julio, puesto que quedan los trabajos en el otro tubo de Folgoso, en sentido Vigo.

Todos estos esfuerzos servirán para blindar esta infraestructura, con unos diez años de existencia, contra cualquier emergencia, aumentar la vigilancia desde un centro de control que ya está casi construido y colocar un sistema antideslumbramiento para que los usuarios no pierdan visibilidad ante la luz solar a la salida de los túneles.