Rajoy y Núñez Feijoo juegan fuerte en las elecciones de mayo

Gonzalo Bareño Canosa
gonzalo bareño MADRID / LA VOZ

GALICIA

21 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

En contra incluso del criterio de algunos de sus asesores, Rajoy está empeñado en convertir las elecciones municipales y autonómicas en un plebiscito en el que los ciudadanos decidan si quieren o no que él sea la alternativa a Zapatero. La estrategia del líder del PP tiene como primera explicación el hecho de que es consciente de que será muy difícil que la enorme ventaja que tiene ahora en los sondeos se mantenga hasta las elecciones generales. Por eso prefiere plantear las municipales como un pulso personal con Zapatero y dejar k.o. al presidente del Gobierno antes de tiempo.

Por primera vez, Rajoy está convencido de que él mismo es el mejor activo para que el PP gane las elecciones, y no el partido el que puede conseguir que un candidato discreto como él gane unos comicios. En ese cambio tiene mucho que ver el que, también por primera vez, Rajoy sienta que afronta unas elecciones trascendentales con un partido cuyo diseño y plantilla son de su exclusiva responsabilidad.

Tras la derrota en el 2004, Rajoy pensó primero en tirar la toalla y después en liderar un nuevo proyecto rompiendo definitivamente con la herencia de Aznar. No hizo ni lo uno ni lo otro y el resultado fue otra derrota inesperada en el 2008. Solo tras aquel segundo tropiezo decidió que su última oportunidad se la jugaría con sus propias cartas. Y lo llevó a cabo. Gane o pierda, el partido que se presenta a las municipales de mayo y las generales del 2012 no es el mismo del 2004 y el 2008.

La mejor muestra de ese cambio es comprobar quiénes son los dirigentes del PP más solicitados por alcaldes y presidentes autonómicos para hacer campaña en su tierra. Alberto Núñez Feijoo, Antonio Basagoiti y Soraya Sáenz de Santamaría. Es decir, los máximos exponentes del cambio generacional e ideológico que Rajoy impuso en el congreso celebrado en el 2008 en Valencia tras la derrota en las generales. En aquellas elecciones, el más solicitado era Aznar. Ese nuevo partido es el que se pone ahora a prueba.

Feijoo: un antes y un después

La Voz ha preguntado a Feijoo por ese cambio y su respuesta no puede ser más explícita: «En el PP hay un antes y un después de Valencia». «Para bien o para mal, es su decisión, su responsabilidad y su marca clara», dice el líder del PPdeG sobre el partido que dibujó Rajoy en un congreso en el que ejerció «todas sus competencias con todas sus consecuencias». Para Rajoy, y también para Feijoo, el peligro de apostar tan fuerte en las municipales y autonómicas es que en caso de fracaso ambos podrían salir mal parados de unas elecciones a las que ninguno de los dos se presenta.