Fuertes pendientes y curvas tranquilas a 100 km por hora

La Voz

GALICIA

17 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Tanta era el ansia porque se abriera al tráfico el último tramo del corredor, que desde primera hora de la tarde los coches se amontonaban en la rotonda noiesa de acceso a la nueva carretera. Su intención era, además de comprobar in situ el trazado, ver con sus propios ojos las imposiciones en seguridad vial que este corredor incluye. Tras verificar que el límite de velocidad está fijado en 100 kilómetros por hora, algunos conductores comentaron que «se podía flexibilizar para correr un poco más».

Una vez iniciado el inédito recorrido de 10 kilómetros desde la costa, los usuarios pueden comprobar como todo el tramo está formado por tres carriles con curvas tranquilas: dos en dirección a Santiago, que coincide en sentido ascendente y otro en dirección contraria y descendente. Es precisamente en el sentido ascendente donde la señalización marca dos tramos -uno de dos kilómetros y otro de 1,7- que registran una pendiente del 6 y 7%. El viaducto de Pasares es sin duda el símbolo de este corredor, que con una longitud de 475 metros, permite avistar -en dirección Noia -una espectacular imagen de la ría noiesa.

Lo que no resultó tan agradable para el colectivo de motoristas fue comprobar que el carril de desaceleración -en el que finaliza el corredor a su llegada a Noia- es el único tramo donde están colocadas las protecciones específicas para este colectivo. En los otros diez kilómetros, las barreras laterales son las comunes, excepto en algunos casos en donde existen unas con doble altura. De la decena de kilómetros que incluye este tramo del corredor, un amplio número de las señales que ocupan los laterales o la parte superior del pavimento ilustran los destinos a los que lleva esta carretera. Rois, Lousame y Noia -en este orden y viajando desde Santiago- son los municipios que recorre, existiendo una completa señalización de los lugares a los que se llega por cada desvío.

En el recorrido por esta calzada, que vertebrará la costa compostelana con la AP-9, una de las principales arterias de las comunicaciones de Galicia, no pasa inadvertida la colocación de pantallas acústicas. Con ellas los redactores del proyecto buscan evitar el ruido a los vecinos de Fontefría, Sampaio y Os Madeiros, que son los núcleos en donde ha sido necesaria su instalación para evitar los inconvenientes que pueda generar esta vía.