Diego Silva Charlín deberá pagar, entre otras indemnizaciones, 47.395 euros a la mujer del fallecido y 5.266 a su hija.
20 ene 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Diego Silva Charlín, sobrino del patriarca del clan de los Charlines, ha sido condenado a dos años y medio de prisión por el accidente de tráfico en el que se vio implicado en julio del 2007, en Vilagarcía, y que le costó la vida al conductor del turismo contra el que colisionó. El Juzgado de lo Penal 2 de Pontevedra considera que es autor de un delito de conducción temeraria y de otro de homicidio imprudente, cargos que, además, conllevan la retirada del permiso de conducir durante cinco años.
Dado que la pena de prisión supera los dos años, distintas fuentes judiciales señalaron que Diego Silva podría tener que ingresar en un centro penitenciario. No obstante, incidieron en que la sentencia no es firme y que el vilanovés puede recurrir ante la Audiencia de Pontevedra.
En cuanto a la responsabilidad civil, Silva fue condenado a pagar, entre otras indemnizaciones, 47.395 euros a la mujer del fallecido y 5.266 a su hija. Para calcular estas cifras, la jueza estima que el acusado debe pagar el 70% de las indemnizaciones que inicialmente le tocaría abonar, al entender que la víctima «tuvo influencia en el siniestro». Así, añade que «se incorporó a la vía sin respetar la preferencia», además de «hacer un cambio de dirección sin respetar la línea continua».
El juzgado considera también a la madre del condenado, Josefa Charlín Gama, responsable civil subsidiaria. Ella es la propietaria y titular del coche que conducía su hijo cuando se produjo el accidente, poco antes de las diez de la noche del 7 de julio del 2007. Diego Silva Charlín circulaba por el casco urbano de Vilagarcía en un BMW «a una velocidad superior a la establecida, derrapando y sin respetar un paso de peatones».
Minutos después, y en la avenida de Cambados de la ciudad arousana, en la zona de Vilaxoán, «embistió de forma lateral» al coche en el que circulaba la víctima y que acababa de hacer una maniobra antirreglamentaria.
Testigo cuestionado
Un amigo del encausado, Roberto Chávez, sostuvo durante el juicio que Diego Silva conducía a una velocidad prudente. En la sentencia, la jueza afirma que este testimonio no es creíble y que «se hace expresa reserva de las acciones que pudieran corresponderle por estos hechos».