Antonio Abril: «Un título universitario es algo sagrado, no podemos devaluarlo»

Luis Paz REDACCIÓN/LA VOZ.

GALICIA

Cambios en la gestión, menor dependencia de los fondos públicos y apertura al mercado internacional son, según Abril, los grandes retos de la universidad pública

19 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El discurso de Antonio Abril, presidente del Consello Social de la UDC, sorprende con un equilibrio poco frecuente. Como secretario general del grupo Inditex, se muestra convencido de la necesidad de aplicar al sector público criterios de eficiencia y gestión propios del mundo empresarial. Sin embargo, sus propuestas de reforma van de la mano de una defensa a ultranza de la institución académica, ya que «la calidad está en la universidad pública».

-No parecen estar de acuerdo los informes internacionales que dejan en mal lugar a las universidades españolas.

-Bueno, es cierto que todavía no tenemos la universidad pública que queremos. Con todo, en el futuro no serán tan importantes las clasificaciones absolutas como la clasificación por áreas de conocimiento.

-¿Especializarse para obtener mejores resultados?

-Tenemos unas universidades muy iguales, muy funcionariales. Vamos a pasar a un entorno más competitivo, de centros especializados en determinadas áreas de conocimiento.

-En el actual entorno de crisis, ¿tiene el sistema capacidad para absorber más titulados?

-El paro es menor entre los universitarios. La universidad española transmite buenos conocimientos, pero falla a la hora de proporcionar competencias profesionales transversales, como gestión o habilidades directivas. Debemos mejorar ese aspecto.

-Pero las empresas contratan como mileuristas a jóvenes formados gracias a una inversión millonaria.

-No podemos cerrar el debate en torno a la actual coyuntura económica. Un título es algo sagrado, no podemos devaluar las universidades. Tenemos que trabajar para revalorizar los títulos académicos, para que sean la garantía de un trabajo estable, bien remunerado y socialmente considerado.

-Un trabajo que habrá que buscar en un mercado global.

-Sí. La universidad pública hizo un gran esfuerzo de popularización de la enseñanza desde el año 1975, pero le ha faltado la adaptación al mundo cambiante de los últimos 20 o 25 años que sí han sabido hacer las empresa españolas. Tenemos que internacionalizar las universidades para que sus licenciados puedan competir por un puesto de trabajo en el extranjero o crear una empresa en el mercado internacional. En este sentido, las competencias en inglés son fundamentales.

-El mundo se ha movido más deprisa que la universidad.

-Por eso urge recuperar a las universidades como motores del desarrollo social. Y no puede haber instituciones eficientes sin un adecuado sistema de gestión. En el actual formato democrático colegiado, con muchísimos cargos elegibles en cada universidad, los acuerdos se toman por consensos que son lentos y difíciles de alcanzar.

-Parece imposible poder cambiar el sistema de gobierno de las universidades sin impulsar reformas legales.

-Los cambios normativos serían un segundo paso. Hay que llegar a la reforma por convicción. Y los propios profesionales de las universidades públicas que elaboran propuestas de mejora coinciden en la necesidad de mejorar la gobernanza.