El siglo XXI inicia muy lentamente su camino hacia Roma

Patricia Blanco
Patricia Blanco REDACCIÓN/LA VOZ.

GALICIA

Galicia está salpicada de pequeños puntos que, por su orografía, tienen problemas con la TDT, con los móviles o con Internet

12 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Dejan sus quehaceres y relatan la vieja historia. Como los contos de lareira con los que se entretenían cuando en la televisión no podían ver casi ninguna imagen. Invitan a pasar y bromean con la situación. «Con semejante programa vou quedar durmindo», dice Victoria Pais en el momento de hacer la fotografía. La cosa empezó hace ya algunos años: se fueron quedando sin televisión -ahora la recuperan con un esfuerzo monetario extra-, casi nunca pueden usar en su hogar los móviles y, desde allí, nunca navegaron on-line. Es el particular siglo XXI de Roma.

En esta era digital, en Galicia sigue habiendo pequeños puntos localizados -y no localizados- donde la cobertura de móvil es casi inexistente; la señal de TDT por vía terrestre, muy poca o nula; e Internet en casa, algo del futuro. Aún más allá, hay pueblos que aunaron las tres carencias: como Roma -así simplifica la señal de entrada al pueblo-, una aldea del concello de Zas, en la Costa da Morte. Once casas, menos de cuarenta vecinos y una iglesia en la que se lee «Santa Cecilia de Roma». «Nada, nós estamos fóra de órbit , le respondió una de las vecinas a un operador de telefonía. Algo así, más o menos.

Casi han superado ya la batalla de la televisión (con la de TDT por satélite), renuncian con gracia a la del móvil y ahora enfrentan la de la red de redes: «Hoxe en día case é o peor. Nas fins de semana veñen para a casa os rapaces que estudan na universidade e, se teñen que facer algún traballo, hai que coller o coche e levalos ata algún pobo veciño que si teña Internet. Aparcamos -generalmente delante de algún edificio público- e traballan no vehículo», explica Lisa Fernández. Tienen portátiles y ordenadores de mesa, «parados ou para xogar». Hay jóvenes empresarios, pero nada. La falta de cobertura es para todos. La orografía parece ser la causa.

El Concello de Zas, paradójicamente, ha sido uno de los primeros de la Costa da Morte en llevar Internet a sus vecinos a través de la red Wimax. A Roma no pudo llegar. El Plan de Banda Ancha de Galicia 2010-2013 puede ser la esperanza. «Queremos llevala aos 780.000 galegos que hoxe non teñen acceso a ela», explican desde la Secretaría Xeral de Modernización e Innovación Tecnolóxica. El plan prevé cinco acciones y la mayor parte de los núcleos de Zas están contemplados en una de ellas: arrancará en el 2011.

Lo del teléfono fijo tampoco es gran cosa (según los días). Con el móvil, es cuestión de fe y de la compañía telefónica: en Roma cazan algunas ondas en frente a la iglesia, en el campo de fútbol o en un punto de la casa. En una de las habitaciones del hogar de María Esther Cundíns, funciona. No en todas. Con suerte aparece la señal y llegan los mensajes o la llamada. «Pero ás veces pérdese». Y vuelta a buscar.

Estos vecinos forman parte también de ese escaso 1% de los gallegos a los que la señal de la TDT no llega bien por vía terrestre -pese a que, en su caso, el centro reemisor de Laxe debería darles cobertura, según los cálculos teóricos-, así que han tenido que ajustar sus bolsillos -pocos quedan por hacerlo- a la recepción de la señal por satélite (cifran en más de 500 euros la adaptación de una televisión, cantidad que aumenta según el número de pantallas). Era la única salida posible, reconoce el alcalde de Zas, Manuel Muíño. «En Galicia e no resto de España existen máis núcleos así», admite. «Nunca se viu ben, pero coa chegada da TDT foi a peor», explica Victoria. Sin parabólica para la recepción por satélite «só collemos as dúas galegas e a Popular». «É inxusto que uns tivéramos que pagar e outros non», dicen. Pero «polo menos», algunos tienen ahora 31 canales. Hubo ayudas desde las Administraciones para toda Galicia, pero bien por no cumplir los requisitos o incluso por no solicitarlas en otros casos -explica la Xunta- se perdieron por el camino. Como las ondas.