Atracan a un chatarrero vigués a punta de pistola y se llevan 28.000 euros

E. V. Pita / L. C. Llera VIGO/LA VOZ.

GALICIA

Dos motoristas lo encañonaron ante el banco del que acababa de salir y le arrebataron dos bolsas

13 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Dos motoristas robaron a punta de pistola un botín estimado en 28.000 euros al dueño de una chatarrería de Vigo que acababa de salir de la sucursal del Banco de Galicia tras retirar el dinero. Ocurrió a las 10 horas en la carretera do Freixo, número 10, en el barrio rural de Sárdoma, donde también está ubicada la empresa de la víctima. La Policía Nacional ha intensificado la vigilancia en los puentes del río Miño por si los asaltantes cruzan a Portugal.

Un testigo vio a los atracadores. Se trata de dos motoristas de estaturas de entre 1,70 y 1,90 metros, y robustos, con chaqueta negra y vaqueros. Ocultaban su rostro con un casco. Estos circulaban en una moto Suzuki de alta cilindrada que llamó la atención al testigo porque los discos de las ruedas eran de color rosa, lo mismo que unas líneas pintadas en la carrocería.

La moto se detuvo ante el taller de O Freixo, dio una vuelta e, inesperadamente, retrocedió hasta el Banco de Galicia. El giro fue tan brusco que sorprendió al testigo. «Está claro que lo vieron salir, lo tenían controlado», deduce el peatón.

La víctima salió del banco y cruzó la calle. Entonces fue abordado. Se trata del dueño de una chatarrería y negocio de desguaces que tiene varios pleitos con vecinos de Sárdoma que se quejan del ruido de las máquinas y del tránsito de camiones. El negocio está situado a kilómetro y medio del escenario del atraco. Al parecer, los atracadores averiguaron que el empresario, de unos 60 años, iba a acudir esa mañana en un coche de alta gama al banco a retirar una importante cantidad de dinero, posiblemente para hacer un pago en efectivo.

Los vecinos confirman que este hombre de negocios es muy conocido en el barrio porque conduce un coche de la marca Jaguar y que, a causa de sus negocios, tiene una rutina fija. Según relata un vecino, el empresario acude casi todas las mañanas a su banco a hacer gestiones o se para en la cafetería. Esos hábitos podrían explicar que los asaltantes conociesen fácilmente sus movimientos.

Los motoristas vieron salir al dueño con dos paquetes repletos de dinero. El empresario se encaminó hacia el vehículo negro aparcado frente a la sucursal, pero no le dio tiempo a abrir la puerta. Diversas fuentes señalan que el copiloto de la moto le encañonó con dos pistolas que sacó, «como en el oeste», de los bolsillos traseros de su pantalón vaquero. El atraco fue rápido y silencioso. Los vecinos confirman que no oyeron peticiones de auxilio. El botín, según algunas fuentes, ascendería a 28.000 euros, aunque la policía no ha facilitado una cifra oficial.

Los atracadores huyeron a gran velocidad hacia el interior del barrio rural de Sárdoma y se perdieron. La policía sigue su pista y ha reforzado la vigilancia en los accesos a Portugal. La frontera lusa está a solo 30 kilómetros de Vigo.

Sin comentarios

El dueño, tras declarar en la policía, volvió a su empresa de desguaces entorno a las 13 horas con el mismo coche que había aparcado en el escenario del atraco. Los periodistas quisieron conocer su versión, pero el hombre declinó hacer comentarios y ordenó a su equipo de seguridad desalojar a la prensa.

Los vecinos de la calle de la plaza o de los bancos -como se conoce al lugar del atraco- no recuerdan otros asaltos en la misma zona. En la cafetería cercana guardaron silencio.

Todo apunta a que los asaltantes eligieron a su víctima porque, por su negocio, suele hacer continuos movimientos de dinero en efectivo, ya que debe pagar a los vendedores de la chatarra en el momento y en metálico.