La mancha de combustible quedó restringida a lo que es la dársena interior de la Escuela Naval
03 nov 2010 . Actualizado a las 03:17 h.«Esto no es el Prestige». Con esta frase, José Manuel Vázquez Cal, capitán de la embarcación María Pita, adscrita a Salvamento Marítimo, minimizó el impacto ambiental que pudo tener sobre la ría de Pontevedra el hundimiento de una patrullera en la Escuela Naval de Marín.
Esta afirmación fue corroborada por portavoces del recinto de instrucción militar, pero también por Covadonga Salgado, directora del Intecmar (Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño, de la Xunta), y por José Benito Suárez, presidente de la Autoridade Portuaria de Marín e Ría de Pontevedra, quienes ayer siguieron in situ las labores de reflote. Coincidieron en que la práctica totalidad del vertido de gasoil quedó restringido a lo que es la dársena interior de la Escuela Naval.
En todo caso, y conscientes de que se «habían producido algunas filtraciones hacia la dársena exterior» de parte de los 1.400 litros de combustible, medios de Salvamento Marítimo, que desplazó al María Pita y al Salvamar Sargadelos, y el Ría de Vigo, de la Agencia Europea de Seguridad Marítima, inspeccionaron la posible incidencia del foco contaminante. Finalmente, se constató que el vertido estaba «contenido» y que no se apreciaban manchas de entidad en la ría.
Tal extremo no fue compartido por Benito Andrade, de la Asociación Pola Defensa da Ría, quien aseguró en Radio Voz Pontevedra haber apreciado «manchas importantes e irisacións nas augas». Además, calificó como «casi ridículas» las medidas de protección adoptadas ante el incidente: «Está claro que faltaron medios».
«Clarificar a responsabilidade»
En esta misma línea se postuló el diputado nacionalista Bieito Lobeira, quien reclamó al Gobierno autónomo que abra «unha investigación para clarificar a responsabilidade do Ministerio de Defensa, titular da Escola Naval de Marín, e o eventual impacto sobre os recurso mariños nas áreas afectadas».
En cualquier caso, hubo quien estimó que menos de una cuarta parte del combustible almacenado habría sido vertida como consecuencia del hundimiento. Asimismo, indican que el gasoil apreciable sobre la superficie del agua desaparecería con «una batida mecánica con las embarcaciones», así como que estaba previsto que se emplease un skimmer para terminar de sanear la zona más dañada.
En este sentido, Maricarmen Vázquez Nores, patrona mayor de la Cofradía de Lourizán, reconoció que la preocupación inicial desapareció con el paso de las horas. Confirmó que si bien se localizaron algunas manchas de gasoil, estas apenas se apreciaban, con lo que se pudo mariscar con normalidad.