Pachi Vázquez fuerza la máquina para ser designado candidato

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID |

GALICIA

Tras el triunfo de Tomás Gómez en Madrid, amaga con marcar distancias con Zapatero y José Blanco para que lo proclamen pronto aspirante socialista a presidir la Xunta

11 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Hasta hace poco, todos decían lo mismo que ahora. Pero lo hacían en bajito y sin grabadoras de por medio. Pero ha sido perder las primarias la candidata de Zapatero Trinidad Jiménez y todos se atreven a opinar en público sobre la sucesión del líder. Ya sea para pedirle que lo deje o para defenderlo. Son los barones regionales del PSOE.

Los que más alto hablan, claro, son los barones socialistas que presiden una comunidad. Ven peligrar su futuro y marcan distancias con Zapatero. Creen que electoralmente el presidente los perjudica. E intentan, de manera un poco inocente, convencer al electorado de que debe votar en clave exclusivamente autonómica. Como si hasta hace dos días, cuando las cosas iban bien, no hubieran apoyado con entusiasmo toda la política de Zapatero. Incluida la económica.

Pero si los presidentes autonómicos socialistas que saben que serán candidatos de nuevo (Barreda, Fernández Vara, Patxi López) se ven en el dilema de apoyar a un Zapatero que puede continuar o marcar distancias con alguien que puede estar en retirada, mucho más lo están los líderes regionales del PSOE que están en la oposición y todavía no saben si serán cabezas de cartel en sus elecciones autonómicas. Y muy especialmente el gallego Pachi Vázquez.

La mayoría de los secretarios generales autonómicos conocerán pronto si serán o no candidatos en las elecciones del 2011. Pero Vázquez tendrá que esperar mucho más, ya que las autonómicas gallegas no se celebrarán como mínimo hasta el 2013.

¿Y de qué depende que Pachi Vázquez sea o no candidato? Hasta ahora, se daba por hecho que bastaba con que Zapatero o José Blanco lo decidieran así. Pero las primarias madrileñas han demostrado que se puede decir que no a lo que decida Zapatero y encima salir victorioso y reforzado, como ha hecho Tomás Gómez. De ahí que Pachi Vázquez se mueva en los últimos días en el difícil equilibrio de apoyar a Zapatero pero a la vez tratar de demostrar que tiene un discurso propio marcando distancias con el Gobierno.

No es ningún secreto que si hay dos líderes regionales que no se habían ganado la confianza de José Blanco, esos eran el madrileño Tomás Gómez y el gallego Pachi Vázquez. Fuentes muy próximas al ministro de Fomento no se recataban desde hace tiempo en poner en duda que Gómez y Vázquez fueran a ser candidatos. Las encuestas internas mostraban que no arrancaban y carecían de tirón, era el argumento. El líder del PSdeG era consciente de esa situación, y por ello trataba de ganarse a Zapatero reforzándose con el respaldo de otros pesos pesados gallegos en Madrid, como Francisco Caamaño. Su única opción era ser ungido por el presidente.

Ahora, con la victoria de Tomás Gómez, Vázquez cree haber hallado una segunda vía. Sus últimas críticas a la gestión del Gobierno en el decreto del carbón o en el sector lácteo, y sus más velados ataques al ministro de Fomento, tienen dos objetivos. Primero, borrar la imagen de que es el candidato de Zapatero, por si cae en desgracia. Y segundo, advertir a Blanco de que si no le designa pronto tendrá otro conflicto en Galicia.

El juego de Pachi Vázquez es arriesgado. Si José Blanco y José Luis Rodríguez Zapatero se recuperan del mazazo de Madrid, puede acabar perdiendo sus opciones para el 2013. Pero si el presidente del Gobierno acaba diciendo adiós, nada le garantiza que otro socialista gallego más crítico con Zapatero no le dispute la candidatura en unas primarias.