Máis Galiza desafía dividido la «interinidade» del BNG

S. Lorenzo SANTIAGO/LA VOZ.

GALICIA

19 sep 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La principal corriente llamada a consolidar una alternativa frente a la hegemonía de la Unión do Povo Galego (UPG) dentro del Bloque sigue solapando su discurso con sus tensiones internas. El sector oficialista de Máis Galiza, que encabeza Carlos Aymerich, contraprogramó ayer a la críticos de su misma corriente, que demandan de su líder una posición más contundente frente a la UPG. Esa división se escenificó mientras el portavoz nacional, Guillerme Vázquez, homenajeaba en Pontevedra a Castelao, lo que da idea del debate interno que vive el nacionalismo.

Los dos sectores de Máis Galiza celebraron actos en paralelo en Santiago y Teo, este último promovido por Aymerich cuando ya estaba anunciado un ciclo en la Facultade de Ciencias de Comunicación que sentó en la misma mesa a Xosé Manuel Beiras, Camilo Nogueira, Filipe Díaz y Teresa Táboas, que desdobló su agenda para acudir a los dos eventos. En Teo, Aymerich presentó a Máis Galiza como la corriente que recuperará terreno electoral para el nacionalismo y abogó por superar el «ensimismamento e interinidade» dentro del BNG.

El acto del campus sur fue más reposado, con reflexiones globales sobre el futuro de la izquierda y sin mensajes estridentes en clave interna. Tampoco eran necesarios. La contraprogramación del evento por el sector oficialista bastó para caldear los foros críticos y añadir más tensión a las desavenencias que Máis Galiza arrastra desde hace meses y que se agravaron en junio pasado, cuando la U pasó el rodillo en la elección de los candidatos del BNG en las ciudades.

Desde entonces, el riesgo de que las desavenencias deriven en una escisión planea sobre los herederos del quintanismo, que hace un año abrieron una expectativa de cambio en el nacionalismo al conseguir tumbar por vez primera en un consello nacional al partido de Francisco Rodríguez. Máis Galiza sumó fuerzas entonces con los irmandiños de Beiras. Pero el histórico dirigente del Bloque no está ahora para liortas, y ya ha comunicado que no realizará movimientos antes de las municipales. Los críticos de Máis Galiza prefieren hablar del temor de los oficialistas a enfrentarse a la UPG que de una escisión, aunque muchos no dudan de que Aymerich aceptará un caramelo si Rodríguez si lo ofrece.

Mientras Máis Galiza libraba su pulso interno en Santiago, Guillerme Vázquez sentenció en Pontevedra que el BNG es plural y puede celebrar muchos actos, pero que el único oficial que la formación organizó ayer fue el que él protagonizó.