Muere un joven sin carné en Curtis al chocar su coche contra un árbol

Á. M. Castiñeira / E. Mouzo A CORUÑA/LA VOZ.

GALICIA

La víctima, de 18 años, volvía a casa a las siete de la mañana de Teixeiro, donde ayer terminaron las fiestas

13 sep 2010 . Actualizado a las 14:59 h.

El joven José Luis Sánchez Fernández murió ayer por la mañana al salirse de la carretera en Curtis el coche que conducía. Tenía 18 años y regresaba a su casa, en Oza dos Ríos, al volante de un BMW serie 3. Era el único ocupante y carecía de carné de conducir.

Circulaba por la CP-0302, que comienza en Teixeiro -donde ayer mismo terminaron las fiestas de los Remedios- cuando, según la Guardia Civil de Tráfico, un exceso de velocidad en un tramo limitado a 40 kilómetros por hora hizo que el turismo derrapase en una curva y terminase estrellándose contra un árbol cercano a la calzada. El siniestro se produjo a muy pocos kilómetros de la casa del joven, en una zona próxima al límite entre los concellos de Oza dos Ríos, Aranga y Curtis.

El coche volcó y el techo fue el que golpeó el tronco, y lo hizo con tal fuerza que la carrocería y el chasis del automóvil se doblaron hasta prácticamente abrazar el árbol, tal y como describieron los bomberos del parque comarcal de Betanzos, que fueron los encargados de rescatar el cadáver de entre el amasijo de hierros en el que quedó convertido el vehículo.

Falleció en el acto

Todo apunta a que José Luis Sánchez, que era el menor de dos hermanos y vivía con sus padres en el lugar de Sanmil, en la parroquia de Rodeiro, murió en el acto. Al lugar del accidente, en el kilómetro 2 de la citada vía -que une Teixeiro con Torrelavandeira, ya en el municipio de Aranga-, acudieron una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico y una ambulancia del 061. Los agentes comprobaron que el chico iba solo en el coche, y los facultativos del servicio de emergencias médicas no pudieron hacer nada por el joven más que certificar su muerte.

Mientras tanto, los agentes del instituto armado pidieron ayuda a los servicios contraincendios betanceiros para que excarcelasen el cuerpo, ya que era imposible retirarlo del coche. Según explicaron desde la base de los bomberos, su intervención fue solicitada a las siete y veinte de la mañana, poco después de que los guardias civiles se personasen en el lugar del accidente. Una vez allí, los miembros de la dotación brigantina tuvieron que esperar a que llegase el juez para el levantamiento del cadáver.

El entierro del joven está previsto para esta tarde a las siete en el cementerio de la capilla del Belén, en Rodeiro. En Sanmil se mostraban ayer consternados por el fatal accidente en el que perdió la vida «un rapaz que naceu aquí e que sempre foi veciño de aquí», según comentaba una mujer residente en el lugar, un núcleo de población formado por apenas una decena de casas.