El gerente de Galicia Calidade se presenta a oposiciones en la Diputación de Ourense «para dar de qué hablar»

El gerente de Galicia Calidade, Carlos Vila Enríquez, reconoció ayer que se presenta a oposiciones a seis puestos de mecánico, peón de carreteras, peón agrícola, operario sin cualificar, auxiliar en administración general y maestro de percusión en la Diputación de Ourense, como fruto de un «juego para dar de qué hablar». Hijo del alcalde de Xinzo y senador del PP Isaac Vila, dice estar cansado de que siempre se relacionen sus éxitos profesionales con su padre y que por eso tomó la decisión. «Para que hablen con algo cierto, a partir de ahora me voy a presentar a todas las que salgan», sentencia.

Vila hace especial referencia al PSOE, cuyos dirigentes han pronunciado su nombre en varias ocasiones como ejemplo del enchufismo del Partido Popular ourensano. Por eso, no descarta que, al presentarse a estas últimas oposiciones, vuelvan a hablar de él, algo que no le importaría: «Me lo tomo como un juego, me parece bien que pasen el tiempo con esto y que les dé qué hablar mi vida particular».

Vila reconoce que «esta coña», como él mismo define, le cuesta dinero porque debe pagar derechos de examen a los que después no se presenta, pero no le importa. «Entiendo que cause extrañeza, pero yo lo que quiero decir es: '¿Qué pasa, que yo, por ser hijo del alcalde de Xinzo, no puedo presentarme a lo que me dé la gana?'», pregunta, al tiempo que insiste en que seguirá presentándose a todas las oposiciones que pueda, «menos a las de policía, que por edad ya no puedo», matiza.

El gerente de Galicia Calidade insiste en que tiene un currículo que se ha ganado con «esfuerzo» y que nadie le ha regalado nada. Por eso hace un repaso irónico por su experiencia profesional y formativa: «He montado una fábrica en Xinzo con una inversión de treinta millones de euros porque soy hijo del alcalde y los bancos me dan el dinero por eso, he aprobado la carrera de Derecho en Madrid porque soy el hijo del alcalde, tengo el título de los idiomas que hablo porque soy el hijo del alcalde...».

Vila dice no entender la atención que suscitan sus movimientos. «Soy muy consciente de que no le puedo caer bien a todo el mundo y ni siquiera lo pretendo, pero a lo que sí tengo derecho es a hacer con mi vida particular lo que quiera», reivindica.

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