El centro de tráfico del ADIF estuvo seis horas inoperativo. Miles de usuarios se vieron afectados por el fallo, con una demora media de entre 50 y 60 minutos.
19 ago 2010 . Actualizado a las 03:24 h.Viajar en tren por Galicia exigió ayer dosis de paciencia. Y es que el problema de los sistemas informáticos es que si se caen no hay parches posibles, y el Centro de Tráfico Centralizado (CTC) que el ADIF tiene en la comunidad gallega decidió dejar de funcionar a las doce de la mañana.
Se trata de un puesto de mando único ubicado en Ourense, desde el que se gestiona todo el tráfico ferroviario de la comunidad, similar a la torre de control de un aeropuerto. Los trenes pudieron seguir circulando, pero lo hicieron volviendo a los métodos manuales, utilizando teléfonos móviles y del propio CTC y sin hacer caso a las señales informáticas. Esto obligó a extremar las precauciones y a circular a una velocidad más baja, lo que se tradujo en múltiples retrasos y hasta cancelaciones en las líneas con mayor afluencia de pasajeros.
En total, se vieron afectados casi una cuarentena de trenes de cercanías, media y larga distancia, de los que seis tuvieron que cancelarse. Los que no salieron fueron en concreto dos de Redondela a Pontevedra; dos de Vigo-A Coruña; y otros dos en el sentido contrario, A Coruña-Vigo. Desde Renfe no hacen una estimación de los pasajeros afectados, miles en todo caso, pero sí del tiempo. El promedio de la demora fue de entre 50 y 60 minutos por trayecto, pero hubo viajes en los que se superaron los cien minutos. El portavoz de Renfe matizó pese a todo que se trata de cifras y tiempos provisionales, a la espera de tener los partes definitivos.
Las máquinas viajaron con menor rapidez, pero fuentes del ADIF aseguraron que no hay una velocidad máxima obligatoria para estos casos, «ya que depende tanto del tipo de tren, como de cada uno de los tramos por los que circulen», apuntan.
Arreglado a las 18 horas
La avería se arregló pasadas las seis de la tarde, pero los retrasos continuaron hasta que se recuperó la normalidad. Desde el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias aseguran que se reforzó el CTC con más personal para controlar la circulación de forma manual y vigilar el tráfico ferroviario garantizando la seguridad. Informáticos de los centros de Castellón y Madrid trabajaron contra reloj para detectar el fallo, que tardó unas seis horas en subsanarse.
Los mismos portavoces del ADIF aseguraron que la avería se debió a un fallo informático, sin precisar los motivos. Lo que sí descartan es que algún incendio forestal haya afectado a las instalaciones, un rumor que comenzó a circular teniendo en cuenta la ola de fuegos de estos días pasados, y parece descartado también el robo de fibra óptica. El puesto de mando de Ourense solo controla el tráfico gallego, por lo que fuera de la comunidad los únicos retrasos fueron los de trenes de larga distancia que salieron de las estaciones gallegas hacia otros puntos de España.
Indemnizaciones
Aunque los retrasos de la jornada de ayer obedecen a causas externas a Renfe, ya que el fallo fue del ADIF, no de la compañía ferroviaria, en este caso los usuarios afectados tienen al menos derecho a indemnizaciones por las demoras en sus viajes. «Al ser por causas externas, pero no meteorológicas, sí es indemnizable», apuntan.