El atracador y un agente se encañonaron frente a frente antes del tiroteo mortal

L. Míguez / L. Penide / J. M. Pan VIGO/PONTEVEDRA/LA VOZ.

GALICIA

La Guardia Civil ha detenido ya a los dos ladrones y busca a un tercero, que sería el que avisó de que llegaba la patrulla.

18 ago 2010 . Actualizado a las 11:31 h.

Dos jóvenes con mono de trabajo haciendo ruido en el bajo de un local en obras en A Cañiza. Nada sospechoso durante días hasta que saltó la alarma silenciosa de la sucursal bancaria que linda con el bajo. Así empezó la mañana de ayer para los agentes Miguel Jorge Piñeiro Lorenzo, de 38 años, y Alfonso José Riveiro Cabaleiro, de 32, pertenecientes al cuartel de la Guardia Civil de Covelo.

Poco después de amanecer, cuando aún no habían dado las siete, el primero de ellos moría por el impacto de cinco disparos, tres de ellos en el tórax y dos en el abdomen. El autor era uno de los asaltantes que intentaba acceder a la oficina de Caixa Galicia a través de un butrón que conducía a los aseos de la sucursal, en colaboración con su compañero, ambos detenidos. Fueron trasladados a la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra y pasarán a disposición judicial en las próximas horas.

Según la investigación, los dos atracadores contaban con un tercer compañero, David Jiménez Montoya, al que se está buscando. Este los alertó de la presencia de los agentes, que realizaron una inspección visual por el entorno de la oficina antes de acceder al bajo en el que se encontraban José Vilar Casal y José Ángel Martíns Mendoza en busca de su botín. El primero de ellos portaba una automática con la que encañonó al cabo Riveiro, que reaccionó del mismo modo, apuntándolo con su arma. Tras unos segundos de tensión, comenzó un forcejeo en el que el atracador disparó su arma antes de que el agente consiguiese reducirlo. Estos disparos fueron los que acabaron con la vida del guardia Miguel Jorge Piñeiro, que se había adentrado en el bajo siguiendo a su compañero. Otro de ellos impactó en el hombro del cabo, que se encuentra hospitalizado fuera de peligro.

Herido un atacante

Después de que el cabo lograra inmovilizar a uno de los implicados, que también resultó herido leve por la rozadura de una bala, lo dejó esposado en el bajo con la intención de perseguir al segundo implicado, que había escapado huyendo por su propio pie. Tras alertar a los trabajadores de una empresa de señalización viaria que tenían su vehículo estacionado en la zona para que vigilaran al detenido, el agente salió del local pensando que su compañero se encontraba fuera. No fue hasta que salió al exterior cuando se percató de que su compañero también había entrado. Finalmente, y pese a la oscuridad, lo localizó herido en el local en obras, donde procedió a reanimarlo. En estas tareas contó con la colaboración de los servicios de emergencias, alertados del tiroteo por el 112. Pese a los esfuerzos, no pudieron hacer nada por salvarlo.

Hasta el lugar se desplazaron agentes de la Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Local, que se encargaron de iniciar las investigaciones para seguir la pista al atracador, que había huido, según las informaciones, en una furgoneta C15 blanca.