Un ganadero de Taboada pierde veinte ovejas en un ataque de animales salvajes

Carlos Cortés / Roi Fernández CHANTADA/LA VOZ.

GALICIA

Es el tercer suceso similar ocurrido en las últimas semanas en este concello lucense

08 jun 2010 . Actualizado a las 02:51 h.

Quince ovejas muertas y cinco desaparecidas. Este es el resultado del ataque de animales salvajes sufrido este fin de semana por una granja del concello lucense de Taboada. Las reses que murieron formaban parte de un rebaño de un centenar de ovejas que pastan habitualmente en un prado cercado de la parroquia de San Martiño do Mato.

Ni los dueños de la granja ni ningún otro vecino presenciaron el momento del ataque, que debió producirse entre las ocho y las once de la mañana del sábado. En todo caso, todos están convencidos de que se trata de lobos. Residentes en la aldea dicen haberlos visto merodeando cerca de las casas varias veces durante las últimas semanas.

El prado en el que estaban las ovejas se encuentra a medio camino entre las aldeas de Mesón y Campos, a doscientos metros de cada una de ellas. El rebaño pasa las noches en un establo en Campos. Igual que todos los días, el sábado sus dueños las sacaron temprano para llevarlas al pastizal. Vieron lo que había pasado solo unas horas después, cuando fueron a comprobar cómo estaban.

Los cuerpos de las ovejas seguían ayer al lado de la granja, a la espera de que los técnicos de la Consellería de Medio Ambiente acudiesen para levantar acta. Algunas de las ovejas supervivientes están preñadas. Los dueños temen que aborten, como suele ocurrir en casos así.

El dueño de la explotación, José Manuel Bernárdez, cree que la Xunta debería permitir que se dejasen en el cercano monte Faro restos de las reses que mueren. «Era o que se facía antes -explica-, e así os lobos tíñano máis fácil para comer sen necesidade de andar baixando ás aldeas». Al parecer, en las últimas tres semanas se produjeron otros tres ataques similares en la misma parroquia de San Martiño (con dos ovejas muertas), y en las limítrofes de Esperante (tres ovejas) y en Cerdeda (una becerra).