El secretario xeral de Política Lingüística admite que la situación de la lengua gallega no es óptima

GALICIA

09 abr 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El secretario xeral de Política Lingüística, Anxo Lorenzo, admitió ayer que la lengua gallega no está en una situación óptima ni desde el punto de vista social ni político. Lorenzo explicó en el Parlamento las medidas llevadas a cabo por su departamento en el 2009, en un debate que se convirtió más en un cruce de acusaciones sobre el decreto del plurilingüismo que en un balance de la política lingüística.

Lorenzo se lamentó de no haber llegado a un marco de colaboración con la oposición para empezar a negociar el decreto del gallego y aseguró que las acciones del Gobierno para promover la lengua se sustentan en tres pilares: la actual legislación, el Plan Xeral de Normalización y el principio de no discriminación. No obstante, reconoció que el plan -en donde se recoge la recomendación de impartir un mínimo del 50% de la docencia en gallego- es un punto de partida con el que un Gobierno establece ritmos y prioridades.

No tiene la misma opinión la oposición. El nacionalista Bieito Lobeira pidió la dimisión de Anxo Lorenzo «por todo o mal que lle fixo a este idioma» y recordó que el consenso se logró en el 2004 con el Plan de Normalización. Por su parte, el socialista Francisco Cerviño tildó a Feijoo de «inimigo satánico de Galicia» y lo acusó de no querer modificar el decreto «polos seus intereses políticos en Madrid e o medo cerval á bronca que lle botaron en Intereconomía». Cerviño animó al presidente de la Xunta a que piense en Galicia «e non nunha hipotética carreira en Madrid».

El decreto del plurilingüismo sigue su curso después de que el Consello Escolar de Galicia lo rechazase el miércoles por amplia mayoría. Precisamente Anxo Lorenzo hizo mención a los 24 votos a favor de la retirada del decreto en este órgano, asegurando que estos votos fueron de «sindicatos, plataformas e organizacións vinculadas co partido socialista e co BNG». Las críticas recibidas tras el rechazo del Consello Escolar no dejan de crecer, y ayer la mayoría sindical insistió en la devolución del texto recordando que «non sobrevivirá ningún plan lingüístico que fuxa do consenso». La patronal de centros privados Cece Galicia, sin embargo, defendió el proyecto por favorecer el equilibrio y la competencia en las dos lenguas oficiales.

A lo largo del debate del decreto se han incorporado 44 enmiendas presentadas por distintos colectivos, 36 hasta la llegada al Consello Escolar y el resto recogidas de este órgano consultivo. No obstante, temas polémicos como el hecho de que los alumnos se expresen en la lengua que quieran o la decisión vinculante de los padres no se han modificado.