Después de cuatro meses en los que ha llovido en ocasiones el doble de lo normal, la ocupación de los pantanos está en niveles máximos, lo que los obliga a aliviar
02 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Los embalses gallegos se encuentran prácticamente al máximo de su capacidad. Según datos de Augas de Galicia y de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, hay pantanos que ya han alcanzado hace días su tope y han abierto sus compuertas para desaguar. La previsión del paso del ciclón extratropical Xynthia el pasado fin de semana ya había puesto en alerta a los responsables de la gestión de los embalses ante la posibilidad de precipitaciones abundantes, y finalmente el fenómeno meteorológico dejó más agua que viento. Pero la situación ya viene de atrás. Las lluvias cuantiosas y continuas de febrero, del doble de la media, sumadas a los húmedos meses de noviembre, diciembre y enero, han propiciado el lleno casi completo de los recintos, además de desbordar ríos y causar inundaciones.
Debido a estas medidas preventivas, ayer aliviaban los embalses de Cecebre, Baiona, Con, Pontillón de Castro, Portodemouros, Barrié de la Maza y Vilagudín, dentro de los de la cuenca Galicia-costa. La Xunta también mantiene un dispositivo especial de alerta en otros como Caldas de Reis, A Fervenza, Zamáns, Eiras, Santa Uxía, Ribeira y Eume. El conjunto de los pantanos de esta cuenca, tanto los de abastecimiento como los de aprovechamiento hidroeléctrico, suma esta semana un 85,10% de ocupación, un dato que cobra mayor relevancia si se compara con el de las mismas fechas del 2009, cuando era muy inferior, del 69,79%.
Vigilancia especial
Una situación similar caracteriza el escenario en los pantanos de la cuenca Miño-Sil. Ayer la ocupación era del 82,55% y, como en la de Galicia-costa, hay varios embalses por encima del 90%. Con todo, el pasado viernes, antes del paso del ciclón extratropical Xynthia, los niveles de ocupación eran del 87%: el alivio del fin de semana ha bajado los niveles en la mayoría de los pantanos. Algunos, como el de Frieira, en Padrenda, desembalsaban a un ritmo de 2.415 metros cúbicos por segundo o los 2.200 del de Velle. La Confederación también mantiene una vigilancia especial en el río Miño a su paso por Cela, Ourense y Salvaterra de Miño, así como el Avia en Ribadavia.
Un ejemplo de cómo las lluvias de febrero han afectado a los embalses es el de As Portas, en Vilariño de Conso, que se encuentra al 98,31% de su capacidad. La estación de MeteoGalicia de O Invernadeiro, en el mismo municipio, acumuló 199 litros por metro cuadrado el mes pasado, con 21 días de precipitaciones.