Doce embalses están bajo vigilancia tras las fuertes lluvias del sábado

GALICIA

La mayoría de los 2.500 vecinos que ayer seguían sin luz recuperaron el servicio a lo largo del día

01 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Las fuertes lluvias que Xynthia dejó el sábado a su paso por Galicia han llenado, más si cabe, los embalses. La Xunta explicó ayer que doce presas están bajo observación ante la gran cantidad de agua que acumulan debido, también en parte, a las precipitaciones de toda esta semana. Se trata de los embalses de Cecebre, As Forcadas, Eiras, Caldas de Reis, Pontillón de Castro, Zamáns, A Fervenza, Santa Uxía, Ribeira, Portodemouros, Barrié de la Maza y Eume. De todos modos, el conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda, aseguró que la situación está controlada.

A pesar de que los efectos del temporal no se dejaron sentir tanto como se esperaba, el 112 atendió el sábado más de un millar de incidencias en 203 concellos. Buena parte de las llamadas estaban relacionadas con la caída de árboles sobre el tendido eléctrico. Los problemas en el suministro dejaron sin luz a 30.000 gallegos el sábado. Ayer, unos 2.500 continuaban sin electricidad por la mañana. La provincia más afectada era la de Lugo, con 2.200 abonados que recuperaron el suministro a lo largo del día. También en Ourense había averías, que afectaron a 380 vecinos de Cartelle y a una veintena de Quintela de Leirado. Rueda confirmó, en todo caso, que las averías estaban localizadas y se solventaron. Los técnicos trabajaron ayer en recuperar la línea telefónica en Cabeza de Manzaneda, sin comunicaciones por la caída de los repetidores.

Rueda destacó que el hecho de que la mayor parte de los gallegos se hubiesen quedado en casa el sábado redujo las incidencias. «As desgrazas podían ter sido maiores», sobre todo por el gran número de árboles caídos. Por eso, reiteró la importancia del dispositivo de emergencia creado para hacer frente a la llegada de la gran borrasca, puesto que «calquera variación mínima da traxectoria» podría haber empeorado la situación.

Colegios afectados

El temporal dejó en Vigo incidentes menores, aunque tres colegios, entre ellos el IES de Tomiño y el Infante Felipe de Salvaterra do Miño, no abrirán porque el temporal causó daños en las estructuras de los tejados.

Tampoco abrirá el colegio de Nantes, en Sanxenxo, donde los operarios de Cubiertas Galicia trabajan con un ojo mirando al cielo. Si no llueve, la reconstrucción de los mil metros cuadrados de tejado que el sábado salieron volando estará finalizada en cuatro días. Si no, se alargará hasta la próxima semana. «El aire derrumbó el tejado y los tabiques de ladrillo; los paneles y el hierro salieron 50 metros volando hasta impactar con un monte lateral. Menos mal que no había nadie en la zona», señala, Javier Vidal, responsable de Cubiertas Galicia.

En Ourense hay un especial seguimiento de los ríos con mayor atención al Miño a su paso por Ourense, el Sil por O Barco y el Avia por Ribadavia. Ninguno sufrió variaciones, pero áreas recreativas e instalaciones termales de la capital siguen bajo el agua. Otra comarca afectada es la de A Limia, con hectáreas de cultivos anegados en unas tierras que ya no son capaces de filtrar más agua. Allí hay que circular con precaución por la OU-1107 por el desbordamiento del río, al igual que en la OU-636.

Cuatro carreteras de la provincia de Lugo seguían cortadas ayer por la tarde. La más afectada era la LU-1303, entre Seoane do Courel y Ferramulín, no lejos del límite con León. Ayer por la tarde, según precisó la Diputación, también estuvieron cerradas tres carreteras provinciales por la caída de cables eléctricos.

Una de las huellas más espectaculares de Xynthia en el sur de la provincia de Lugo se registró en A Ermida (Quiroga). El tejado de chapa metálica de una nave ganadera fue arrancado por el viento y cayó a cien metros, en el campo de la fiesta. En la costa de Lugo el principal riesgo estaba en la crecida de los ríos, algunos de los cuales se desbordaron, mientras que en Ferrolterra las incidencias fueron mínimas, y no han pasado de contenedores y vallas tiradas.