Las tres fuerzas políticas pactan la agenda para reformar la CRTVG y nombrar a su director general en el Parlamento

D. S.

GALICIA

24 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El Gobierno gallego corrigió ayer sus planes iniciales al asumir una iniciativa del grupo del PSdeG, a la que se sumó el Bloque, para acelerar la reforma de la Compañía de Radio Televisión de Galicia (CRTVG), un proyecto que la Xunta pretendía abordar en la recta final de la legislatura, hacia el 2012, pero que se desatascará en el actual período de sesiones, es decir, antes de junio.

Los tres grupos parlamentarios se dieron cuatro meses de plazo para construir una ponencia conjunta en el Parlamento, que dependerá de la Comisión Institucional, con el objetivo de perfilar conjuntamente el texto legislativo básico para la CRTVG, que de este modo vería la luz hacia finales de año o principios del 2011. El consenso, además, está supeditado a que el director general de la compañía sea elegido por una mayoría reforzada de dos tercios en la Cámara, un mecanismo que ya está vigente para nombrar al valedor do pobo, a los miembros del Consello de Contas o a los propios consejeros de la CRTVG.

El compromiso alcanzado ayer fue posible a raíz de una iniciativa impulsada por el diputado socialista José Manuel Lage Tuñas, en la que demandaba al Ejecutivo autónomo «sinais inequívocos para camiñar conxuntamente nunha reforma necesaria» de los medios públicos. En el transcurso del debate, Lage llegó a acusar al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo -que en ese momento estaba en el hemiciclo-, de incumplir el compromiso asumido por el PP en campaña, y demandado también cuando estaba en la oposición, de elegir al director del ente mediante mayoría cualificada, siguiendo el ejemplo de RTVE en el ámbito del Estado. En este sentido, emplazó a los partidos políticos a «renunciar a ter o mando a distancia» de las televisiones públicas.

El popular Agustín Baamonde no evitó en su intervención los reproches al PSOE y al BNG, por solicitar ahora lo que no hicieron en su día en el bipartito, si bien puntualizó que «o cambio que prometeron teremos que acabar facéndoo nós».

Y dicho y hecho. El PP aceptó de este modo transaccionar el texto de la moción presentada por Lage, proceso al que se sumaron también los nacionalistas y el portavoz de los populares, Manuel Ruiz.

Tras un breve intercambio de impresiones, los grupos asumieron una agenda que permite anticipar un año y medio la reforma que ya había anunciado la Xunta, delegando además en el Parlamento la facultad legislativa con el fin de tramitarla por consenso.