La empresa Indra, adjudicataria del Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) que se desplegará en el litoral de Pontevedra, informó ayer de que la inversión prevista para este proyecto es de 7,4 millones de euros. Se trata, aseguró, de una tecnología que «permitirá controlar el tráfico ilegal en una zona con una compleja geografía, que incluye numerosas islas e islotes, así como la ría de Arousa o el cabo Udra, que dificulta enormemente la vigilancia en la zona».
Para contrarrestar el narcotráfico y cooperar en las labores de salvamento y auxilio, se desplegará un sistema de tecnología punta que «comprende seis estaciones sensoras de vigilancia completas». Se trata de infraestructuras que están «dotadas de sistemas radar y sensor optrónico (infrarrojo y visible), una estación sensora optrónica y un centro de mando y control ubicado en la Comandancia de la Guardia Civil en Pontevedra».
Precisamente serán los agentes del instituto armado encuadrados en este centro los responsables de centralizar y procesar la información remitida desde las estaciones del litoral para, acto seguido, coordinar «la respuesta de las autoridades ante la detección de actividades ilegales o situaciones de emergencia».
Desde Indra se destacó que el SIVE facilita la detección de lanchas semirrígidas que se dediquen al narcotráfico como a cualquier otra actividad ilícita en las aguas costeras pontevedresas, pero también permitirá la localización de aquellas embarcaciones que puedan encontrarse en dificultades.
Entre las ventajas que ofrece la red de radares costeros que se desplegará en Pontevedra se encuentra el hecho de que reduce el tiempo de reacción de las autoridades ante cualquier contingencia, así como «facilitará el soporte y coordinación de las operaciones de interceptación y salvamento marítimo, y mejorará su eficacia».
Por otro lado, Indra subrayó el hecho de que también es reseñable «la interconexión de los sistemas de información del SIVE con otras redes de comunicaciones de la Guardia Civil».