Educación reitera que mantendrá el decreto sobre el gallego porque garantiza el «equilibrio das linguas»

La Voz

GALICIA

11 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La tramitación de las bases para el decreto del plurilingüismo, que regula el uso del gallego en la educación, sirvió ayer de pretexto para un nuevo debate en el pleno del Parlamento, en el que hubo cambio de protagonistas con respecto a la jornada precedente, aunque se reeditaron los mismos argumentos, quizás con mayor acritud, que situaron de un lado al PP y del otro a la oposición de socialistas y nacionalistas. El conselleiro de Educación, Jesús Vázquez, fue interpelado por el BNG sobre este asunto y aprovechó su intervención para reiterar que mantendrá prácticamente invariable el proyecto de decreto, por entender que «mantén o equilibrio» entre las dos lenguas oficiales de Galicia.

El debate arrancó marcado por lo ocurrido en la jornada previa, cuando la mayoría que ostenta el PP le cortó el paso a la vía abierta por el PSOE para restablecer el consenso lingüístico, después de hacer suya una propuesta del Consello da Cultura Galega en la que apostaba por retirar este tema de la pugna partidaria.

Pero pugna política es lo que abundó en el debate de ayer. Primero de la mano de la nacionalista Carme Adán, la autora de la iniciativa, quien aludió a argumentos emitidos por la Real Academia Galega o el Consello da Cultura para tachar el documento promovido por Educación de «inconsciente, inaceptable, irresponsable e insostible». Al igual que hiciera el socialista Francisco Cerviño en la víspera, Adán intentó jugar la baza emocional para remover la posición del Gobierno de Feijoo en este apartado, si bien su intento no dio ningún resultado.

Romper los puentes

Similar camino tomó el portavoz de Educación del PSdeG, Guillermo Meijón, quien acusó al Ejecutivo de cabalgar sobre la «estratexia de romper todas as pontes posibles» para que hubiese un entendimiento lingüístico, lo que en su opinión denota una voluntad personal de un presidente de la Xunta «que entende que a nosa lingua lle supón un estorbo para a súa carreira política» fuera de Galicia.

«Non hai maior inxustiza que tratar de xeito igualitario a quen parte de posicións distintas», remarcó Guillermo Meijón, antes de insistir en la petición de su grupo de que «cando menos» el 50% de la enseñanza se imparta en lengua gallega.

Duras acusaciones

El conselleiro de Educación tuvo que hacer frente en su respuesta a las amonestaciones y reproches que le llegaban desde las bancadas del Bloque, que a punto estuvieron de provocar la suspensión del pleno. «¿Canto che pagan por verdugo?», le espetó el nacionalista Bieito Lobeira desde su escaño y fuera de micro, lo que provocó la protesta del PP, si bien el presidente en ejercicio, José Manuel Baltar, optó por el fair play y continuar la sesión.

Pero el acorralamiento político no arredró a Jesús Vázquez, quien advirtió que la Xunta ni va a retirar su decreto, como pedía el BNG, «nin vai a renunciar ao equilibrio das linguas, nin á cooficialidade, nin ao progreso e futuro dos estudantes».

Es más, recalcó que dejar de lado ahora el proyecto sería «unha irresponsabilidade» y que, al menos en este asunto, al PP le basta con el respaldo que le dieron los 800.000 votantes en las elecciones del pasado mes de marzo.