Recuerda que es la primera norma que contradice el principio de promover el uso progresivo de esta lengua
02 feb 2010 . Actualizado a las 15:02 h.El Consello da Cultura Galega (CCG) ha sido el último en sumarse a las críticas a las bases del futuro decreto del gallego. Ayer, el pleno de esta entidad debatió un crítico documento en el que prácticamente todos los aspectos llamativos del decreto son rechazados. El primer punto de fricción es la participación vinculante de los padres, que lejos de ser una apuesta democrática es una inhibición de los poderes públicos que puede generar tensiones innecesarias en las comunidades educativas, según el CCG.
El manido equilibrio en el que tanto insiste Feijoo no es tal para el organismo. La competencia en dos lenguas requiere un papel de refuerzo para el gallego, ya que todos los estudios sociolingüísticos avalan que la lengua hegemónica es el castellano. En las bases, sostiene el análisis del CCG, se confunde la presencia equitativa de las dos lenguas con el reparto idéntico del horario educativo. Atendiendo a una lectura literal de las bases, el uso del gallego pasaría de un mínimo de un 50% a un máximo de un 33%, y una norma cuyo efecto inmediato pretende reducir la presencia de la lengua en situación más débil «non pode considerarse nin equitativa nin equilibradora».
Hay otro aspecto en el que el CCG se muestra profundamente crítico, y es en la obligación que tienen los poderes públicos de fomentar el uso del gallego. Tanto el Estatuto de Autonomía como la Lei de Normalización recogen esta obligatoriedad, y en concreto la ley apunta a que las autoridades deben «promover o uso progresivo do galego no ensino». Todas las normas que se han elaborado en la Xunta, fuese cual fuese el partido en el Gobierno, han respondido a este principio de progresión -decreto del 83, orden del 88, decreto del 95 y decreto del 2007-. Por primera vez las bases contradicen este principio, al reducir este uso.
Defensa de la inmersión
El dictamen aprobado en el plenario de ayer arremete también contra la descalificación que hacen las bases al modelo de inmersión lingüística, ya que este sistema está avalado por distintas sentencias (incluso del Tribunal Constitucional), y en situación de bilingüismo social asimétrico, como en Galicia, «ofrece os mellores resultados en termos de capacitación nas dúas linguas».
Además, el Consello da Cultura recuerda a la Xunta que la introducción de una lengua extranjera como vehicular resulta precipitada y extemporánea, por lo que pide que se regule de otra forma y que se introduzca de modo voluntario y gradual.
El CCG reclama oferta educativa en gallego en el primer ciclo de infantil, tal y como recoge el Plan Xeral de Normalización, y que en el segundo ciclo se mantenga un tercio del horario en gallego en entornos castellanos. Respecto a primaria y secundaria, remite al Plan Xeral cuando señala que «como mínimo, o alumnado reciba o 50% da súa docencia en galego».
Por lo tanto, insta a que se reformulen las bases y se tenga en cuenta el principio de progresividad y el papel de refuerzo que debe tener el sistema educativo para conseguir la igualdad plena del gallego. Finalmente, el CCG insta a retirar la consulta vinculante a las familias y que se rectifique la medida de que el alumno pueda usar la lengua que quiera en las asignaturas.
Un modelo consensuado
Como conclusión, el Consello llama a todas las fuerza políticas y sociales, así como a las instituciones, a realizar un esfuerzo para consensuar un modelo de bilingüismo educativo.