El arquitecto del parador de Muxía defiende su diseño, elegido por consenso

GALICIA

La Xunta decidió anular un proceso que duró dos años y que contó con un jurado de todas las Administraciones

29 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La anulación por parte de la Xunta del concurso en el que se eligió el diseño del parador de Muxía ha causado un profundo malestar en el municipio y en la Costa da Morte, así como al arquitecto ganador del proceso, Alfonso Penela, quien además lamenta que se cuestione un concurso que contó con, asegura, todas las garantías.

El proceso por el cual su proyecto resultó el elegido para el diseño del parador de Muxía duró dos años y contó con un jurado compuesto por 14 personas, representantes tanto de la Xunta como del Estado a través de Turespaña. Al fallo final se llegó por unanimidad.

Ni antes de la convocatoria del proceso ni después de ella hubo nadie que denunciase irregularidades en el concurso, en las que la Xunta se basa ahora para decidir su anulación y para que Turespaña se encargue en solitario de todas las gestiones relacionadas con el diseño, volviendo a empezar con todo el mecanismo de un concurso de ideas que puede demorar el inicio de las obras otros dos años.

En el convenio firmado entre el anterior Gobierno gallego y Turespaña, la entidad de la que depende Paradores, la Xunta se comprometía a hacer frente al pago de los honorarios del arquitecto, afrontando Turespaña la construcción del hotel. La Xunta quiere ahora que Turespaña asuma íntegramente el proceso.

«Retrasar una inversión de 14 millones de euros por el pago de unos honorarios es una locura o una irresponsabilidad», dice el arquitecto Alfonso Penela, quien se pregunta cómo es posible que las partes no respeten un convenio firmado.

Hace casi un año que su proyecto resultó ganador, pero ni entonces ni ahora ningún responsable de las Administraciones implicadas se ha puesto en contacto con él para nada. «La falta de elegancia es absoluta», dice Penela.

El arquitecto considera una «actitud miserable» y con «cortedad de miras» tomar una decisión como anular un proceso al que nadie puso en su día ni la más mínima pega y cuyo fallo no generó alegación alguna. «Quiero salvar este proyecto por encima de todo», asegura Alfonso Penela, convencido de que su propuesta permitirá demostrar que es posible actuar en una zona tan sensible como Lourido. Los 14 miembros de un jurado formado por altos cargos de la Administración y arquitectos estuvieron de acuerdo en que la suya era la mejor entre un total de 15 opciones.

«Non se pode deixar que ninguén poña en cuestión o concurso», afirma el alcalde de Muxía, Félix Porto. Quien lo haga, añade, debería acudir al juzgado «porque estariamos a falar de malversación de fondos». El regidor muxián exige una solución inmediata al problema. Así, hoy mismo estudiará la documentación que le remitirá la Dirección General de Turismo y después, si no se resuelven las trabas, convocará a los alcaldes de la zona para promover medidas que podrían pasar por movilizaciones.

Porto considera ofensivo para el arquitecto que se cuestione ahora el procedimiento, además de un insulto para unos vecinos que llevan años esperando por una obra prometida por todos los gobiernos desde el 2003.