Julio Fernández confirma que ya han puesto en conocimiento del Seprona el sacrificio masivo de perros, aunque desde el colectivo ecologista se considera que el nuevo gobierno de O Carballiño, formado por el PSOE y el BNG, debería abrir «una investigación para aclarar esta segunda matanza», reactivar la comisión de investigación pendiente y proponer algún tipo de sanción para los directamente implicados, así como la dimisión de quienes «por incompetencia o connivencia han permitido que tal infamia haya acontecido», explica.
El portavoz de la asociación Matar por Matar, Non asegura que, de no hacerlo, los responsables municipales se convertirían «no solo en cómplices, sino que también serían encubridores de una de las mayores ignominias cometidas contra animales indefensos en cualquier lugar de nuestro país».