El pinchazo de la burbuja inmobiliaria en A Mariña tiene una fecha: el 15 de noviembre del 2006, cuando la Xunta retiró a la comisión de gobierno de Barreiros la potestad para otorgar licencias de obra. Entre enero y octubre de ese año el Colegio de Arquitectos de Galicia había visado unos 300 proyectos en Barreiros para construir 6.000 viviendas. En un municipio de apenas 3.800 habitantes. Transcurridos tres años, ¿cuántas de estas viviendas se han ejecutado? Una pequeña parte. ¿Y cuántas se han vendido? En muchos casos la compra se ha limitado a adelantar una señal, por lo que es una incógnita cuántas finalmente se escriturarán, dado que la Xunta tiene recurridas en el juzgado unas 50 promociones que considera ilegales.
Esa decisión de noviembre del 2006 hizo más daño al urbanismo de A Mariña que la subida del euríbor. El temor comenzó a extenderse entre los compradores. Poco después llegaría la solicitud de Política Territorial al Concello de Foz para que anulase 44 licencias para la construcción de 1.350 viviendas. De poco valdría que meses después el juzgado le quitase la razón a la Xunta. Como también hizo con su litigio con Cervo por una promoción en San Cibrao. La herida abierta no dejaba de sangrar.
¿Era lógica la expansión urbanística de A Mariña? En unos meses del 2006 solo en Foz y Barreiros, que no suman 14.000 habitantes, se visaron más pisos que en A Coruña y Vigo juntas en todo el 2005. Transcurridos tres años, los coletazos de la política urbanística de la anterior Xunta se mantienen. Las vistas en Lugo de los contenciosos presentados por varios constructores a quienes se paralizaron obras en Barreiros ya se han iniciado. Proquintas está citada el próximo día 30.