La AP-9 registró una alta densidad de tráfico, que, sin embargo, no colapsó las cabinas de cobro como en otras ocasiones
31 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.La vuelta de las vacaciones en el último domingo de agosto se ha saldado con otro joven muerto en las carreteras de la Costa da Morte y sin atascos en los peajes donde, en otros fines de semana de este verano, se registraron colas de varios kilómetros. Y ello a pesar de que la Guardia Civil de Tráfico tenía previsto que durante este fin de semana se produjeran en torno a 600.000 desplazamientos, concentrados en buena medida en la columna vertebral viaria de Galicia, la AP-9.
La alta afluencia a las zonas costeras con el buen tiempo apenas provocó problemas reseñables en los peajes más próximos a las playas de Arousa y la ría de Pontevedra, como sucedió en domingos anteriores. Tampoco en el peaje de Teo, muy cerca de Santiago de Compostela, se repitieron las colas kilométricas frente a las cabinas de cobro.
Ni siquiera hubo atascos en el regreso de las vacaciones y de las playas en los accesos a A Coruña. Todo aquel que entró en la ciudad ayer por la noche en vehículo lo hizo sin problemas. La fluidez del tráfico fue mayor que otros domingos, cuando lo habitual son las colas en el peaje de la autopista AP-9 o en la avenida de Alfonso Molina, producidas por los automóviles que regresan de las playas.
Pero ayer, que hizo uno de los mejores días del verano, ni se notó. Por el peaje de Guísamo (Bergondo), que es uno de los puntos que mayores atascos registran en días de sol o de regreso de vacaciones, pasaron pocos más coches que en cualquier día de semana. Tal vez porque los conductores ya se anticipan al problema de los atascos y evitan regresar a casa en horas punta, haciéndolo un día antes o estirando la vuelta al trabajo un día más.
Tráfico movilizó a unos 700 guardias para vigilar la jornada clave del retorno vacacional, aunque, como recordaba recientemente el jefe de la Guardia Civil de Tráfico, el teniente coronel José Luis Ulla, los desplazamientos durante estas jornadas suelen ser tranquilos, los conductores extreman la seguridad y la vuelta suele producirse de forma escalonada.
Desplazamientos nocturnos
Al cierre de esta edición, la única víctima mortal registrada este fin de semana no estaría relacionada con la operación retorno, sino con los desplazamientos nocturnos que realizan numerosos jóvenes durante el fin de semana y que, en la Costa da Morte, ya ha causado numerosas víctimas mortales entre jóvenes menores de 25 años.
Así, Francisco Javier Suárez Lorenzo, de 20 años y vecino de Agualada (Coristanco), falleció a las cinco de la madrugada tras estrellarse con su vehículo, un Peugeot 206 de matrícula 2402-CGL, contra el muro de una finca, informa Marta Valiña.
El accidente se produjo en el kilómetro 1 de la carretera CP-1909, que une las localidades de Carballo y Caión. Según fuentes de la Guardia Civil, el siniestro fue debido, con toda probabilidad, a la «velocidad inadecuada» del vehículo, que provocó una salida de vía por la margen derecha y el posterior choque contra el muro, que quedó destrozado.
Sin cinturón
Como consecuencia del impacto, Suárez Lorenzo, que según algunos vecinos acababa de dejar en casa a su novia, que vive en Caión, salió despedido del vehículo, lo que hace suponer que no llevaba puesto el cinturón de seguridad. Hasta el lugar de los hechos se trasladó un equipo del Grumir de Carballo que intentó, sin éxito, reanimar al joven.
A falta de un día para que termine el mes de agosto y al cierre de esta edición, en las carreteras gallegas han perdido la vida 28 personas, siete más que las víctimas mortales registradas en agosto del 2008.
El mes que ahora termina ha supuesto un importante repunte con respecto al pasado mes de julio, cuando hubo 14 víctimas mortales.