Nunca han coincidido a la vez, pero podrían hacerlo. Más de 5.400 embarcaciones tienen permiso para navegar en torno a las Illas Atlánticas. Las inmediaciones de Cíes, Ons, Sálvora y Cortegada se convierten en un auténtico paraíso para los amantes de la náutica con buen tiempo.
Fondear es otra cosa. Lo más valioso del parque nacional, quizás, son sus fondos marinos. En las Cíes no deben anclar más de 150 barcos al día, 60 en Ons y 20 en Sálvora. Fernández Bouzas asegura que el control es exhaustivo tanto en tierra como en las aguas del espacio protegido. De hecho, el organismo acaba de tramitar avisos de sanción a cinco «reincidentes» cazados por los vigilantes sin haber solicitado el pertinente permiso de fondeo por Internet. Se enfrentan a multas de 6.000 euros como mínimo.
Otro campo de batalla ha sido la explotación pesquera. El director del parque sostiene que «ahora mismo no existe ningún tipo de problemas con los marineros». Atrás queda el intento de la ex ministra de Medio Ambiente Cristina Narbona de prohibir a parte de la flota de bajura faenar en las aguas del parque nacional.
Plan E
El organismo ultima actualmente el plan rector de usos y gestión de las Illas Atlánticas. Será la biblia del espacio protegido, un documento que dirá lo que se puede hacer o no en los archipiélagos gallegos y cuya aprobación está pendiente desde la catástrofe del Prestige.
Mientras, lo que se llevan a cabo son distintas obras del famoso Plan E, que también ha llegado a las islas. Se trata de una inversión de 3,9 millones de euros a cargo de la empresa Tragsa. Una de las actuaciones estrella es, precisamente, la mejora de la accesibilidad a las Cíes con la colocación de un puente de madera para no dañar las dunas de Rodas y permitir el acceso de minusválidos a las islas. En Ons se va a reconvertir la antigua escuela en centro de interpretación, y en Cortegada, entre otras obras, se llevará a cabo la mejora del muelle de atraque.