Los desechos de la mina de Villar Mir disparan el coste del AVE en Serrabal

GALICIA

El presidente del ADIF denunció en el 2007 que se depositaban en el trazado, que se encarece en 15,4 millones

14 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El contencioso de la mina de Serrabal, que retrasó tres años la obra del AVE Santiago-Ourense en el tramo Vedra-Boqueixón, pasó a la historia hace un año, pero aún hay flecos por resolver relacionados con el yacimiento de cuarzo. Así, el Ministerio de Fomento se ha visto obligado a llevar al Consejo de Ministros una actuación complementaria en la obra que ejecuta en la zona el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), consistente en la retirada del futuro trazado de los desechos procedentes de la explotación minera de la empresa Ramsa, propiedad de Juan Miguel Villar Mir.

Estas obras complementarias a las que desarrollan en el subtramo Silleda (Dornelas)-Vedra-Boqueixón encarecerá en 15,4 millones de euros el importe de adjudicación de estos dos tramos, que se contrataron a principios del 2004 por 125,3 millones de euros para algo más de 13 kilómetros. En este subtramo, el ex ministro Francisco Álvarez Cascos optó por la licitación conjunta de proyecto y obra.

Según informó Fomento, los trabajos que aprobó ayer el Gobierno «tienen como finalidad la intervención sobre los depósitos de material sobrante, procedente de la explotación de la mina de Serrabal» y tendrán un plazo de ejecución de seis meses. En total, serán retirados 355.400 metros cúbicos de rellenos.

Una vez terminado este proceso, se abordará en una segunda fase «las obras contempladas en el proyecto constructivo de la línea de alta velocidad».

En julio del 2007, en una entrevista concedida a La Voz, el presidente del ADIF, Antonio González Marín, denunció que la empresa concesionaria del yacimiento de cuarzo estaba «depositando los estériles sobre el trazado del tren», un proyecto que ya había sido aprobado definitivamente cuando Cascos estaba al frente del ministerio. González Marín añadió entonces que estas operaciones «son fácil de observar desde el pico opuesto al Sacro» y, preguntado sobre si el depósito de desechos obstaculizaría los trabajos, aseguró: «No los facilita, pero tampoco es determinante». En aquel momento, la Administración aún no había procedido a expropiar los terrenos.

Fomento no se pronunció ayer sobre este asunto y en un comunicado detalló que las obras complementarias consistirán en la retirada de todo el material sobrante «mediante excavaciones de taludes hasta alcanzar, si fuera necesario, el límite de expropiación». Además, debido al «elevado volumen de tierras» fuera de los terrenos expropiados, se ha decidido buscar una solución de contención mediante la ejecución de pantallas de pilotes en una longitud de siete kilómetros.