El plan prevé ahorrar en obras, mobiliario y atenciones protocolarias, entre otros
05 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Los recortes afectarán al mobiliario, al programa de reformas, a las atenciones protocolarias, así como al personal eventual que llevaba aparejado. El plan de austeridad del Parlamento gallego, perfilado ya por la presidenta de la institución, Pilar Rojo, permitirá ahorrar 1,7 millones de euros en el gasto previsto para este año, lo que representa el 8% del presupuesto de 21,5 millones de euros que la Casona do Hórreo tenía asignados.
La contención del gasto de la Cámara gallega tiene vocación de continuidad en futuros ejercicios y se enmarca en la estrategia adoptada por el PP en todos los niveles tras su regreso al Ejecutivo de la Xunta. De todos modos, los recortes previstos para este año afectarán fundamentalmente al gasto superfluo, que no alterará para nada el normal funcionamiento de la institución o los medios de que disponen los 75 diputados.
El plan de austeridad incluye el ahorro de 800.000 euros en las partidas previstas para obras en el recinto de O Hórreo, ya que solo se mantendrán los gastos imprescindibles para el mantenimiento del edificio, así como una actuación prevista de reubicación del archivo documental. También sufrirá un tijeretazo de 300.000 euros el apartado relativo a los gastos sociales, que acabará de un plumazo con los fastos itinerantes organizados en la legislatura pasada en varias ciudades gallegas para conmemorar los 25 años del Parlamento o patrocinar las exposiciones del programa Diálogo, entre otros, que la anterior presidenta, la socialista Dolores Villarino, justificó en la necesidad de abrir las puertas de la Cámara a la ciudadanía.
Los recortes afectarán prácticamente a todos los programas de gasto de la Administración parlamentaria, con una especial incidencia en apartados como maquinaria, mobiliario, atenciones protocolarias, publicidad y propaganda, estudios y trabajos técnicos o adquisición de fondos artísticos. La propuesta, articulada a lo largo del pasado mes de julio, pretende materializar el compromiso de austeridad enunciada por Rojo en su discurso de la sesión de apertura de la octava legislatura, hace algo más de tres meses.
En aquel entonces, la presidenta manifestó que «cando as familias se ven obrigadas a apretarse o cinto pola crise, o Parlamento debe facer o mesmo e dar exemplo de contención do gasto público».