Feijoo y Blanco firman el protocolo para el desarrollo de la alta velocidad

EFE

GALICIA

Según el documento firmado hoy en el año 2015 las principales ciudades gallegas estarán conectadas con Madrid.

21 jul 2009 . Actualizado a las 18:40 h.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, y el ministro de Fomento, José Blanco, han firmado hoy el protocolo para el desarrollo de las infraestructuras del tren de alta velocidad, de forma que en el año 2015 las principales ciudades gallegas estarán conectadas con Madrid.

Al acto, celebrado en el Hostal de los Reyes Católicos de Santiago de Compostela, asistieron numerosas autoridades, entre las que se encontraban miembros del Ejecutivo gallego, alcaldes, empresarios y diputados autonómicos.

Tanto el presidente del Gobierno gallego como el titular de Fomento destacaron la importancia del protocolo suscrito, que hará posible que las obras del tren de alta velocidad queden definitivamente desbloqueadas en los próximos 18 meses.

De esta forma, desde hoy y hasta finales de 2010 el Ministerio de Fomento licitará obras por un importe de 4.678 millones de euros.

Esta inversión asegurará que el primer tren de alta velocidad en Galicia se ponga en funcionamiento en 2011 entre Santiago y Ourense; que en 2012 la red gallega del AVE esté ya en marcha, y que, finalmente, la conexión con Madrid esté concluida aproximadamente a últimos de 2015, según la planificación que establece el documento.

El titular de Fomento explicó, sin embargo, que en 2012 las siete principales ciudades gallegas podrán disfrutar de las ventajas del tren de alta velocidad con la puesta en servicio de trenes híbridos, capaces de circular indistintamente por cualquier tipo de vía y que permitirán reducir los actuales tiempos de viaje con Madrid.

El acuerdo suscrito hoy fija a finales de 2015 la terminación de todas las obras del recorrido de la alta velocidad, de forma que en desde Vigo o A Coruña el viaje a Madrid se hará en poco más o menos tres horas; Ourense quedaría a poco más de dos, y el trayecto desde Santiago se haría en unas dos horas y cuarenta minutos.

El presidente de la Xunta destacó la «magnitud» del que llamó «Acuerdo del Obradoiro», por estar ubicado en esta plaza compostelana el lugar donde se firmó, el Hostal de los Reyes Católicos.

Núñez Feijoo calificó de «imprescindible» el documento suscrito en la mañana de hoy «para que los gallegos superen su lógico desencanto».

El máximo mandatario gallego indicó que este protocolo «es un reconocimiento de justicia a las demandas de Galicia». «El inconformismo de los gallegos tiene hoy una respuesta satisfactoria en forma de acuerdo escrito, que Galicia necesitaba para recuperar la confianza en las instituciones», subrayó.

También destacó la trascendencia del acuerdo el ministro de Fomento, que señaló que «lo que está verdaderamente en juego es la afirmación de la capacidad colectiva de los gallegos para llevar a Galicia más allá de sus confines meramente territoriales».

En su opinión, la envergadura del proyecto del AVE introducirá en Galicia un cambio «radical» en las condiciones del desplazamiento y del transporte, pero indicó que «también cambiará la idea que los gallegos tengan de sí mismos».

Blanco destacó las ventajas del ferrocarril de alta velocidad, y, en este sentido, afirmó que «una Galicia conectada, en red, es fundamental para favorecer las dinámicas de intercambio que promueven el crecimiento económico y la creación de empleo».

«No hay duda de que la competitividad de nuestras empresas aumentará si cuentan con mejores comunicaciones», dijo el titular de Fomento.

Además, anunció que la alta velocidad ferroviaria junto con los nodos intermodales, que en el futuro tendrán las principales ciudades gallegas, serán la «columna vertebral» del futuro sistema integrado de transportes de Galicia.

El documento firmado hoy entre Feijoo y Blanco establece la constitución de una comisión de seguimiento que supervisará el cumplimiento de los compromisos y la ejecución de los proyectos.

Esta comisión se reunirá cada cuatro meses, presidida por el conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras y por el secretario de Estado de Infraestructuras, y también con carácter anual, pero en este caso bajo la presidencia del ministro de Fomento y del presidente de la Xunta.