La tonelada de pino se desplomó de 45 a 5 euros, mientras que la de eucalipto descendió de 35 a 20 euros
08 jul 2009 . Actualizado a las 02:14 h.La caída en los precios ha llevado a los productores de madera a suspender las cortas mientras no se recupere el mercado. La Federación de Asociacións de Produtores de Madeira de Galiza (Promagal) acaba de recomendar a sus asociados esta paralización para hacer frente al descenso que ha provocado la coyuntura general de crisis, que en este sector se ha agravado por los daños causados por el ciclón Klaus.
La crisis ha saturado los mercados, sin que se hayan dado señales de recuperación por el momento, situación que ha complicado la incorporación de 1,3 millones de toneladas de madera de Galicia y 30 millones procedentes de Francia como consecuencia del Klaus. Estas dificultades se hacen especialmente patentes en el norte de A Coruña y Lugo, donde fueron mayores los daños del vendaval y donde se encuentran la mayoría de la veintena de asociaciones que conforman Promagal.
La suma de esta crisis global con la que han generado los daños del Klaus ha tenido como resultado un desplome en los precios: la tonelada de pino cayó de entre 45 y 35 euros a 5, mientras que la de eucalipto sin casca bajó de 35 a cotizarse a entre 25 y 20 euros.
Con este panorama, Promagal cree que lo mejor es suspender las cortas y esperar a que el mercado comience a dar signos de revitalización. Su presidenta, Teresa Rañal, recuerda que la economía de muchos propietarios no depende directamente de la madera, por lo que pueden permitirse esperar, algo que ya hicieron en los años 2005 y 2006.
Caminos bloqueados
El Klaus ha tenido además otro efecto perverso para los propietarios de montes, que es el de derribar toneladas de madera, que suponen un potencial peligro en un contexto de alerta por incendios forestales. «Hai moitos camiños que permanecen bloqueados por árbores caídas, pero tamén hai puntos de toma de auga aos que non se pode acceder», alerta Rañal. La presidenta de Promagal también especifica que la paralización de las cortas no significa que la madera derribada por el vendaval se vaya a quedar donde está, sino que urge retirarla. Eso sí, de forma ordenada y sin que deban «malvendela» por la crisis, la global y la del sector. «Se hai que tela almacenada un tempo, pois ao mellor hai que facelo así», apunta Rañal.
En este sentido, Promagal echa en falta una mayor rapidez de la Administración -Xunta y concellos, principalmente- en la limpieza de los montes afectados. «Dixeron que xa comezaron a limpar, pero nós non temos constancia», explica Rañal.
La presidenta de Promagal señala, además, otro problema añadido, que es la sospecha de que las principales celulosas que operan en Galicia, Ence y las portuguesas Portucel y Celbi, han llegado a un supuesto pacto, que se traduce «en futuros bloqueos nos prezos para produtores e intermediarios, e a imposibilidade de vender libremente noutros mercados».