La Xunta exime a los opositores de hacer el examen en gallego tras un debate bronco

GALICIA

PSOE y BNG acusan al PP de atentar con su particular «18 de xullo» contra la lengua propia de Galicia

24 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El grupo parlamentario del PPdeG aprobó ayer en solitario una reforma puntual de la Lei da Función Pública que exime a los opositores de las Administraciones autonómica y local del deber de realizar al menos una de las pruebas en lengua gallega. La conselleira de Facenda, Marta Fernández Currás, subrayó que con esta modificación se levantan las «barreiras lingüísticas» que a su juicio limitaban la movilidad laboral de los españoles, valoración que fue duramente reprobada por la oposición, que coincidió en calificar la medida de «atentado» y «ataque ao corazón do país».

El Ejecutivo de Feijoo hizo ayer una nueva exhibición de agilidad legislativa para cumplir uno de los compromisos electorales del PP en el ámbito de la lengua, pues le bastaron 26 días para aprobar la reforma en el Parlamento al acogerse al procedimiento de la lectura única.

Fernández Currás se encargó de forma muy concisa de argumentar la posición de la Xunta, encaminada -dijo- a «garantir os dereitos lingüísticos» de los gallegos, para que los opositores puedan elegir entre hacer un examen en gallego o en castellano, y a la vez en facilitar la elección de los mejores profesionales. «Non ten sentido que un bo médico non pase as probas [de ingreso] polo galego», razonó la conselleira, quien insistió en que «debe garantirse» que la movilidad de las personas «non se vexa limitada por barreiras lingüísticas».

Los grupos de la oposición declararon nuevamente su hostilidad a esta iniciativa en el transcurso del bronco debate celebrado en el hemiciclo, mientras al otro lado de las rejas de la Casona do Hórreo se concentraban unas 200 personas convocadas por los sindicatos de la Función Pública CIG, CC.OO. y UGT para protestar por lo que consideran un «golpe de morte» a la lengua gallega.

Ataque «ao corazón do país»

El diputado José Manuel Lage Tuñas (PSdeG) calificó la reforma legal como un «ataque directo ao corazón do país», al tiempo que reprochó al PPdeG que se escude en su mayoría parlamentaria para perpetrar su propio «18 de xullo contra a lingua galega», dijo, en alusión a la fecha del golpe de Estado de 1936.

También señaló que esta revisión convierte al Gobierno de Feijoo en el primero de la autonomía que toma «decisións en contra do noso idioma», e hizo un llamamiento desesperado a las sensibilidades galleguistas del PPdeG, advirtiendo de que esta iniciativa «vai pesar sobre a súa conciencia se é que a teñen». También consideró «demagóxico» justificar la derogación de la prueba en la elección de los médicos, pues adujo que la mayoría de los profesionales de este sector no acceden a un puesto en la Administración autónoma mediante oposición.

El nacionalista Bieito Lobeira cree que la conselleira confesó la consideración real que la Xunta da al gallego, que en su opinión no es la de un idioma de Galicia, sino la de una «barreira que hai que eliminar para posibilitar o desembarco masivo de xente» en las pruebas de ingreso de la Xunta. De igual modo, acusó al PP de convertir el Parlamento gallego en el «local social da Fundación FAES», al tiempo que sacó un texto de Castelao para acusar a los populares de «imperialistas fracasados» antes de advertir con tono lacónico: «Con nós non van poder».

El diputado popular Antonio Rodríguez Miranda profundizó en los argumentos de la conselleira al explicar que con la reforma se va a garantizar «que se seleccionen os mellores profesionais» para la Xunta, al tiempo que abre la vía «para que se recupere o consenso lingüístico», consenso que BNG, PSOE y sindicatos se niegan a suscribir.