La decisión transmitida por la Xunta a los sindicatos llevó al BNG a hablar de «exterminio da lingua galega». El diputado Bieito Lobeira anunció que «interpelará» sobre la «intención de suprimir a capacitación lingüística en galego» en las oposiciones. Alegó que Feijoo defiende «argumentos procedentes dos sectores máis galegofóbicos e reaccionarios de Madrid». El BNG insistió en que la realización de una prueba en gallego no es imposición sino garantía, «incluso pírrica», de que el futuro trabajador podrá atender en gallego.
Los socialistas se preguntaron «por que rompe Feijoo o maior consenso alcanzado nunca nunha materia de lingua: o Plan de Normalización Lingüística impulsado por Fraga e aprobado por unanimidade no Parlamento no 2004». El diputado Lage Tuñas observó que el gallego «nos sitúa en pé de igualdade con todas as culturas». La Mesa pola Normalización Lingüística apoyó una concentración de cien personas ante la Escola Galega de Administración Pública. Su presidente, Carlos Callón, habló de «racismo fóbico».