Un pinchazo telefónico permitió descubrir los cadáveres de Culleredo

GALICIA

26 abr 2009 . Actualizado a las 02:25 h.

José Ramón Blanco Vila, Keko , el hombre que supuestamente mató y descuartizó a dos vecinos de Muros, su esposa, Pilar Piñeiro, y los siete presuntos integrantes de una activa banda de asaltantes de chalés declararon hasta la noche de ayer en el juzgado de guardia de A Coruña, adonde la mayoría de ellos llegaron por separado y en vehículos camuflados de la Guardia Civil para evitar que se comunicasen entre sí. Todos están detenidos por encubrimiento, ya que según los investigadores todos sabían del crimen.

Como también lo sabía la Guardia Civil. A los cuatro días de la desaparición de los dos vecinos de Muros, en noviembre del año pasado, un confidente sopló a los agentes que José Ramón Blanco Vila, Keko , fontanero de 26 años, había matado a tiros a Javier Toledo Ferrer, Arroces , de 36 años, y a Manuel Ramón Luces Tajes, Mon , de 40. Los mató supuestamente en su chalé de Cerdelo, en el municipio coruñés de Aranga, donde ayer por la mañana se realizó una reconstrucción de los hechos. Blanco Vila les disparó tras una discusión por drogas cuando en la casa también se encontraban su esposa, Pilar Piñeiro, que estaba embarazada, y su hijo de tres años. Él y otro hombre -uno de los ahora detenidos-, descuartizaron los cuerpos, los introdujeron en bolsas y los trasladaron a otra casa.

Pese a la estrecha vigilancia ejercida sobre el supuesto autor del crimen, el lugar del escondite no se conoció hasta hace unos días, cuando un pinchazo telefónico permitió descubrir que los cadáveres habían sido ocultados en una casa de Culleredo. Los agentes supieron que la casa estaba en Fonteculler y el jueves detuvieron a José Ramón Blanco Vila. Fue trasladado al cuartel de Cambre, de donde consiguió escapar pese a que estaba esposado. Pero su fuga duró poco tiempo y pudo ser arrestado de nuevo.

Él negó los hechos, pero la tarde de ese mismo jueves fue llevado a la casa de Fonteculler para estar presente en el registro que se iba a realizar en busca de los cadáveres. En todo momento, el sospechoso se mostró frío. En el jardín de la casa, donde hay una pequeña excavadora, les dijo a los agentes que ahí no iban a encontrar nada. Pero ellos no buscaban ahí, buscaban la arqueta, donde finalmente fueron hallados los cuerpos.

Los asaltos a chalés

A raíz de la investigación del crimen, con pinchazos telefónicos y estrechos seguimientos, surge la existencia de una banda dedicada al asalto de chalés en la comarca coruñesa. Los agentes de patrimonio se unieron entonces a los de homicidios y la investigación siguió adelante. Se sabe que no todos los detenidos daban grandes golpes a chalés. Algunos robaban en comercios y naves industriales. A veces actuaban como una banda, pero otras se dividían en dos, más por cuestiones de amistad que por otra cosa, según fuentes de la investigación.

A medianoche de ayer, la titular del Juzgado de Instrucción número 7 seguía tomando declaración a los nueve detenidos, todos españoles y dos de ellos de etnia gitana. Pilar Piñeiro, la mujer de José Ramón Blanco, está en el juzgado únicamente por encubridora. El resto lo están además por haber participado en asaltos y en robos.

Fuentes de la investigación indicaron que «esto no ha hecho más que empezar, pues con los objetos intervenidos se podrán esclarecer otros asaltos que por el momento se nos escapan».