Pachi Vázquez toma las riendas del PSdeG llamando a «abrir as portas»

D. Sampedro / S. Barral

GALICIA

El nuevo líder socialista negociaba anoche la posibilidad de nombrar a los nuevos cargos provinciales

25 abr 2009 . Actualizado a las 13:08 h.

El PSOE gallego cambió ayer de capitán y hoy le toca el turno a la tribupación. El líder de los socialistas ourensanos y ex alcalde de O Carballiño, Pachi Vázquez, fue elegido ayer nuevo secretario general del partido en sustitución de Touriño tras pronunciar un discurso de corte populista y con guiños constantes a la militancia de base, que le llevó a obtener el 90,55% de los votos. El 9,4% de los delegados que acudieron al cónclave votaron el blanco, siguiendo la consigna dada por el economista vigués Gonzalo Caballero, quien no logró reunir los avales necesarios para concurrir con su propia candidatura.

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Ante la atenta mirada José Blanco, vicesecretario general del partido, y de Leire Pajín, responsable federal de oreganización, Vázquez se dirigió durante quince minutos al plenario del congreso para pedir el respaldo de los delegados, comprometiéndose a iniciar una etapa en el socialismo en el que «hai que abrir as portas» de la organización, dijo, «para ensanchar a nosa base orgánica».

Vázquez introdujo en su discurso varios guiños a la militancia, algunas dosis de autocrítica por la pérdida de las elecciones y de la Xunta, lanzándole de paso varios dardos al PP. «Mal proxecto empezamos se non cabemos todos nel». Con esta frase arrancó su intervención, en lo que fue una alusión explícita a Gonzalo Caballero, que instantes antes no pudo registrar su candidatura a la secretaría general por obtener tan solo 79 de los 99 avales que se le exigían.

Buena gestión, poca política

El ex conselleiro de Medio Ambiente se detuvo de forma especial en realizar su particular lectural del 1-M, poniendo de relive que fueron unas elecciones que no ganó el PP, sino que las perdió el PSOE y el Bloque. «Xestionamos moi ben este país, pero fixemos pouca política», lanzó a modo de resumen de lo ocurrido, arguyendo además que él mismo, como miembro del Gobierno bipartito, fue «tan responsable» como el ex presidente Touriño de haber cedido el timón de la Xunta.

«A historia irá poñendo a Touriño no seu sitio», prosiguió Pachi Vázquez reivindicando el legado el anterior jefe del Ejecutivo, que no acudió ayer al cónclave en la que su sustituto le brindó todo su «cariño, respecto e admiración».

El dirigente ourensano también desgranó un nuevo esquema para el partido, al mostrase crítico, aunque sin citarlos, con quienes tuvieron hasta ahora el mando sobre el aparato. «Somos un gran exército, poero adamos algo desorganizados», subrayó Vázquez, que ayer también anunció que confiaría esta tarea a quien fue responsable de organización del sindicato Unións Agrarias, Pablo García García.

Asimismo, Vázquez marcó el terreno para su equipo, desgranando nuevamente su propuesta de evitar la acumulación de cargos y de colgar el cartel de «participación» en todas las sedes del partido y de que nadie quede excluido de su proyecto. «Vamos a cambiar o país cando consigamos ensanchar a nosa base orgánica», insistió el nuevo secretario general, que colocó en un segundo plano la explicación de su modelo para el futuro de Galicia, pendiente de que en septiembre los socialistas celebren su conferencia política en la que afinarán su programa y su estructuras.

Las negociaciones para establecer la foto final de la nueva ejecutiva continuaban anoche, con la única duda de de si el cónclave de Pontevedra iba a nombrar los nuevos secretarios provinciales, algo en principio obligado, pues el puesto de Ourense ha quedado vacante.