La combinación carretera, fin de semana y madrugada ha traído una nueva tragedia a Galicia. Un joven de 17 años, J.?L.?L.?B., murió ayer al salirse de la calzada el coche en el que viajaba junto a otros dos amigos, que se encuentran en estado muy grave. El turismo se precipitó por un terraplén próximo a la carretera N-547, a la altura del municipio coruñés de Arzúa.
Los tres chicos regresaban a sus casas, en O Pino y Boqueixón, tras pasar la noche en Melide, según diversas fuentes. El accidente ocurrió en el kilómetro 60,9 de la citada carretera nacional, en la parroquia de Santa María de Rendal. Los bomberos del parque comarcal de Arzúa que acudieron al lugar se encontraron un vehículo volcado en un paso inferior de la carretera, por el que discurre el Camino de Santiago. Un vecino de la zona fue quien alertó del suceso al 112 al ver el coche, poco antes de las siete y cuarto de la mañana.
Los bomberos tuvieron que realizar labores de excarcelación para rescatar a los tres jóvenes del interior del turismo, un Peugeot 206, de color gris, con placas 9351-DVG. Según informaron, el chico que viajaba en el asiento del copiloto, natural del municipio coruñés de O Pino, murió en el acto. Su cadáver fue trasladado al Instituto Anatómico Forense de Santiago para practicarle la autopsia. Los otros dos ocupantes del coche fueron llevados al Hospital Clínico. Son David R.?R., de 18 años y también de O Pino, que era el conductor del turismo, y M.?P.?T., de 17 años y vecino de Boqueixón, que ocupaba el asiento trasero. El conductor llegó en estado muy grave al centro sanitario de Compostela, aunque los servicios médicos lograron estabilizarlo y a última hora de la tarde de ayer se encontraba en situación de estable dentro de la gravedad.
Pérdida de control
A falta de que concluyan las investigaciones, todo parece indicar que el accidente se produjo cuando el conductor perdió el control del coche, lo que provocó que se saliese de la carretera y que posteriormente se precipitase por un terraplén hasta el paso inferior en el que quedó el turismo. Al parecer, el coche dio varias vueltas de campana en su caída por el desnivel.
Además de las dotaciones del 112, al lugar del siniestro se trasladó un equipo de Protección Civil de Arzúa, varias ambulancias del servicio de emergencias del 061 y agentes del destacamento de la Guardia Civil de Tráfico de Santiago de Compostela, que investigan el siniestro.
El joven fallecido en el accidente de Arzúa formaba parte de una apreciada familia vecina del municipio de O Pino, y residía junto a sus padres y sus dos hermanas en la parroquia de San Verísimo de Ferreirós.
A última hora de la tarde de ayer, los vecinos de la zona esperaban en medio de una gran conmoción la llegada del cuerpo sin vida del joven con el fin de apoyar a la familia y tratar de ayudarla a sobrellevar el difícil trance.
A pesar de que el accidente se produjo a primera hora de la mañana, los servicios del Instituto Anatómico Forense compostelano no resolvieron los trámites hasta la noche.
La desgraciada noticia del siniestro causó un hondo pesar entre los habitantes de la comarca arzuana, y entre los más allegados se hacía mención a la juventud del fallecido (17 años) y a la del propio conductor del vehículo (18), que apenas llevaba unos meses conduciendo y que ahora lucha en el hospital compostelano para tratar de salvar su vida.