El AVE solo atraerá en el 2040 al 12% de los viajeros entre Galicia y Portugal

GALICIA

16 mar 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El tren rápido que deberá unir Galicia y Portugal en el 2013 no reducirá el actual volumen de tráfico rodado internacional, según los estudios y proyecciones encargados por el Ministerio de Fomento. Todo lo contrario. El uso del automóvil privado entre el norte del país vecino y la comunidad gallega no dejará de crecer en los próximos treinta años, pasando de los 2,6 millones de coches que cruzaron la frontera en el 2002 a los 5,6 que los técnicos estiman que lo harán en el 2040.

El análisis realizado por la consultora Sener, contratada por el ministerio para llevar a cabo el estudio informativo del tramo del AVE entre O Porriño y Tui, apunta a que en el 2015 el tren rápido moverá entre ambos lados de la frontera a 607.645 personas, mientras que en ese mismo año serán 3.914.494 los viajeros que utilizarán el vehículo privado, 292.574 más lo harán en autobús y solo 34.702 se moverán en el tren convencional.

Es decir, que el nuevo ferrocarril solo atraerá al 12,5% de las personas que viajen entre Galicia y Portugal, un porcentaje que los técnicos entienden que permanecerá invariable al menos a lo largo de los 25 años siguientes.

Según los mismos estudios, pese a que el peso del AVE lusogalaico permanecerá invariable respecto al resto de los posibles métodos de transporte, el número de usuarios del tren rápido no dejará de crecer hasta cubrir su primer cuarto de siglo, sumando un 43,7% a su marca inicial y alcanzar 873.604 usuarios, mientras que los automóviles aumentarán en ese mismo período de tiempo en un 43,9%, colocándose a punto de los seis millones de personas que cruzarán la raia en su propio coche.

El tren que unirá Galicia y Portugal a 220 kilómetros por hora irá creciendo en todo caso a un ritmo de 85.612 clientes más al final de su primer lustro de vida, para hacerlo más lentamente a partir de ahí hasta llegar a solo 20.986 usuarios más entre el 2030 y el 2035, para repuntar un poco más en el siguiente tramo.

El autobús, transporte que cuenta en la actualidad con líneas directas desde Vigo y A Coruña a Oporto, Lisboa e incluso el Algarve, será el más perjudicado por la entrada en funcionamiento del AVE, al margen, claro está, del tren convencional, que será el que siga garantizando un mayor número de paradas, ya que el nuevo ferrocarril solo se detendrá en el país vecino en Valença, Braga y Oporto. El autobús, que ahora suma medio millón de usuarios, caerá coincidiendo con la puesta en marcha del AVE por debajo de los trescientos mil y solo volverá a acercarse a la estela actual al filo de la mitad del siglo.

Las mercancías no tendrán un mejor panorama, siempre según los estudios que maneja el Ministerio de Fomento. De las 83.790 toneladas que se espera se muevan este año entre un lado y otro de la frontera a través de la línea férrea, se pasará, según las proyecciones de mercado, a 108.918 en el 2032, estimando la hipótesis de movimiento más baja y 139.214 si la evolución alcanza su mejor variable.

Los técnicos reconocen en su informe que el movimiento de mercancías no reflejan síntomas claros de crecimiento.

La previsión de Fomento contrasta incluso con el hecho de que al pie de la frontera, del lado portugués, se vaya a levantar en Valença do Minho una estación modal y los polígonos y plataformas logísticas no han dejado de crecer al otro lado del río, especialmente para dar cobertura a la gran demanda de empresarios gallegos que buscaban en el país vecino suelo industrial y a mejor precio que el poco que se movía en el mercado gallego en los últimos años.

El estudio de Sener recalca, eso sí, que la actual línea podrá ser utilizada para el transporte de mercancías una vez que se concluyan las obras del AVE del eje atlántico.