Espionaje en la empresa que recoge la basura en A Coruña

Ramón Castro

GALICIA

Un juicio por amenazas desvela que la concesionaria de la limpieza pudo usar un detective para vigilar a sus empleados

12 mar 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Un juicio por amenazas que se celebró ayer en un juzgado coruñés ha desvelado que la empresa Cespa, perteneciente al grupo Ferrovial y concesionaria de la limpieza urbana en A Coruña, contrató los servicios de una agencia de detectives. Por lo que se pudo escuchar en la audiencia pública, y por una denuncia ante la Policía Nacional, el trabajo de los investigadores privados sería vigilar a determinados trabajadores de la empresa por distintos motivos.

Aunque el caso no tiene la trascendencia política del que se ha descubierto en la Comunidad de Madrid, sí puede tener consecuencias, dado que Cespa ejerce una concesión otorgada por el Ayuntamiento de A Coruña y entre sus cometidos no figura la contratación de detectives.

Ayer, la vista que se despachó en el Juzgado de Instrucción número 3 de A Coruña correspondía a unas supuestas amenazas al detective Juan Agustín Otegui Méndez. Este denunció que Miguel Ángel Sánchez Fuentes, presidente del comité de empresa de Cespa, y José Manuel Vilariño García, presidente del comité de Albada, la empresa que gestiona la planta de basuras coruñesa, lo abordaron en un centro comercial y lo amenazaron, mostrándole incluso una pistola, al haber detectado que Juan Agustín estaba vigilando a Sánchez Fuentes.

Pistola

Según declaró el detective, Sánchez Fuentes y Vilariño lo siguieron hasta una tienda del centro comercial de Elviña, que está cerca de su agencia, y, dentro de una tienda, le dijeron que «se las iba a pagar». Sánchez abrió su cazadora mostrando lo que parecía ser la culata de una pistola, añadiendo: «Sé donde vives y que tienes mujer y un hijo».

Sánchez y Vilariño, que están asistidos por el abogado Joaquín de la Vega, afirmaron en el juicio que no siguieron al detective, sino que se lo encontraron casualmente. Negaron además las amenazas, afirmando que se limitaron a preguntarle si era detective. Pero la vista deparaba una sorpresa: ambos, presidentes de comités de dos empresas que llevan concesiones municipales, son pluriempleados. También trabajan para Instituciones Penitenciarias, transportando reclusos hasta la cárcel de Teixeiro. Por ello, están instruidos en métodos de autovigilancia y pueden recabar la ayuda de la Guardia Civil. Sánchez Fuentes aseguró que el servicio de información del instituto armado había detectado que un vehículo, el del detective, lo estaba siguiendo.

Explicación

En el fondo, surge la pregunta clave: ¿para qué contrató Cespa el servicio de una agencia de detectives? La Voz recabó ayer una explicación por parte de sus responsables en A Coruña, pero no hubo respuesta. Sin embargo, según consta en la denuncia policial que interpuso el detective, los trabajadores habían mantenido una reunión con el comité en la que se manifestó que la agencia estaba investigando a los empleados que se hallan de baja laboral, con la supuesta intención de descubrir que los motivos de esta son falsos. Pero Miguel Ángel Sánchez no está de baja, así que las causas del seguimiento serían otras.

¿Cuáles? Solo los implicados pueden saberlo, pero cualquiera puede hacer sus deducciones si conoce los antecedentes de conflictividad laboral en la concesionaria de la limpieza. El año pasado, el comité convocó movilizaciones y los trabajadores estuvieron a punto de iniciar una huelga que dejaría miles de kilos de basura en las calles de A Coruña. El paro se desconvocó tras un acuerdo que incluyó subidas salariales. Posteriormente, el comité interpuso otras acciones por supuestas infracciones a la normativa sobre el vestuario de trabajo e incluso por acoso sexual a una empleada.