El tramo afectado se encuentra entre los kilómetros 415 y 420 del principal acceso norte a Galicia
22 feb 2009 . Actualizado a las 19:22 h.La amenaza de derrumbe de alrededor de medio millón de metros cúbicos de tierra sobre la carretera obligó ayer a cerrar la autovía A-6 a la altura de Villafranca del Bierzo, en el kilómetro 418, entre las localidades de Trabadelo y Vega de Valcarce, ya en la provincia de León. En las últimas horas se habían detectado varias grietas en la ladera de la sierra de La Escrita, y los técnicos del Ministerio de Fomento que se desplazaron ayer a la zona decidieron que había que cerrar la autovía, el principal acceso a Galicia por el norte, como medida preventiva hasta que se analicen en profundidad las causas de las grietas, lo que podría llevar varias semanas.
La Guardia Civil de Tráfico estableció los desvíos alternativos por la carretera N-VI, que discurre casi en paralelo a la autovía, que permanece cortada al tráfico entre los kilómetros 415 y 420. En esos puntos los vehículos son desviados a la antigua carretera hasta que retornan a la vía de alta capacidad una vez pasado el tramo conflictivo.
Según informaron varios testigos, a mediodía se produjeron unos desprendimientos leves, por lo que se dio aviso a los técnicos de Fomento. Y fue a las seis de la tarde cuando se decidió cortar el paso de vehículos en sentido Galicia. Poco después se ordenó el cierre de los carriles en dirección a la Meseta, con lo que el corte fue total.
Ya hubo derrumbes en el 2001
Los desprendimientos en las laderas de la sierra de La Escrita ya constituyeron un quebradero de cabeza para los ingenieros cuando construyeron el tramo de la A-6 entre Pereje y Ambasmestas. Supusieron, además de un retraso de diez meses en la inauguración de estos 8,7 kilómetros, un incremento en 27 millones de euros de las obras.
En noviembre del año 2001, medio centenar de operarios trabajaban día y noche en las laderas de la sierra del Bierzo para tratar de conseguir que la montaña no se viniera abajo entre los kilómetros 414 y 418.
La solución técnica adoptada para evitarlo fueron dos grandes taludes y un falso túnel. Uno de los taludes era de unos cien metros de longitud y el otro de 165 metros.
Los técnicos diseñaron también la construcción de cinco muros de hormigón y anclajes, además de refuerzos de gunita y de bulones.
El tramo en el que está enclavada la sierra de La Escrita fue el último inaugurado de la A-6. La cinta la cortó el entonces ministro Francisco Álvarez Cascos el 30 de julio del año 2002.
Las obras para frenar la montaña constituyeron en su día el precio más alto pagado por el Ministerio de Fomento en toda la red viaria de España. Los 8,7 kilómetros de este tramo costaron 103,465 millones de euros, lo que supuso 11,8 millones de euros por kilómetro.
Los ingenieros de la autovía A-6 tuvieron que afrontar otro importante problema, como fue el derrumbamiento del túnel de O Cereixal, que obligó a replantear el proyecto de construcción de la autovía en este problemático tramo.